"Durante el fin de semana tuve un gran auto y sabía que se podía dar. Aproveché el toque entre Urcera y Canapino, y me quedó servida. Estoy muy feliz", esas fueron las primeras palabras del mendocino Bernardo Llaver tras lograr la victoria en la final que el Súper TC2000 disputó en Oberá, Misiones.
El de San Martín corrió sabiendo que se podía dar pero por momentos vio lejos esa posibilidad. Largó y se ubicó segundo detrás de su compañero de equipo, Manu Urcera, y perdió ese lugar luego de una ajustada maniobra de Agustín Canapino que le dañó la dirección del Fiat Linea.
Sin embargo, no bajó los brazos y de a poco los fue alcanzando, aprovechando el duro mano a mano entre los líderes y como dice el refrán, a río revuelto... Y eso pasó.
Porque en su afán de querer ser líder, Canapino fue por la heroica pero no salió, se tocaron, los dos afuera y la puerta quedó abierta para que Berni tomara las riendas de la competencia y se terminó.
Llaver manejó sin errores y no sufrió contratiempos para quedarse con una victoria merecida por el esfuerzo que realiza para poder estar en una categoría de elite y, sobre todo, para demostrar que sus condiciones están intactas.
Es la segunda victoria del mendocino en la categoría, la anterior fue en los 200 km de Buenos Aires junto a Mauro Giallombardo con Toyota, y llega en un momento clave de la temporada. (mdzol.com.ar)
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