SOCIEDAD / CUIDADO CON LOS MITOS
Que el presidente Mauricio Macri haya encargado un calefón a energía solar para la Quinta de Olivos fue más un gesto para la tribuna que un consejo práctico para la población, en un contexto de faltante de gas en el país y de fuerte aumento de la tarifa al usuario.
Los calefones solares híbridos no son para cualquiera. Instalarlos junto a las pantallas y generadores cuesta el doble o el triple que los convencionales, están sometidos a cortes (los días lluviosos) que obligan a combinar con opciones eléctricas, lo cual disminuye el ahorro energético y, en consecuencia, la inversión se amortiza eternamente.
Pero por otro lado incorporan nueva potencia y energía limpia tan necesarias en esta crítica coyuntura del país.
Serán parte clave del cambio cultural de eficiencia y paliativo inmediato para el déficit energético, a la vez que brindan una oportunidad para el desarrollo de la industria local.
La reciente entrega de pliegos para subasta de 1.000 MW por parte del Ministerio de Energía abre el juego al desarrollo de esta fuente alternativa renovable para que ocupe un mayor espacio en la matriz energética, altamente dependiente de hidrocarburos limitados y no renovables, en un país en el que sobran los recursos naturales, como el sol y el viento.
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