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| Uno de los aportantes a la campaña de Scioli-Zannini está procesado por trata de personas |
Una caja fuerte dentro de un dragón de hierro en el patio de su casa y facturas truchas que habrían permitido el desvío de millones de pesos de la gobernación bonaerense no son los únicos datos que complican al exfuncionario sciolista, Walter Carbone.
El hombre que tenía a su cargo el manejo del dinero de la Jefatura de Gabinete de la Provincia y mano derecha de Alberto Pérez también fue el responsable económico de la campaña electoral de Daniel Scioli y Carlos Zannini.
Entre los aportantes que el partido presentó a la Justicia Electoral figura Maximiliano Castrillón, un hombre procesado por trata de personas.
El dato surgió de la lista de contribuyentes que los partidos políticos están obligados a presentar para que la Justicia controle los aportes de campaña. En el informe de financiamiento que está firmado por Carbone figuran dos personas que tienen causas penales abiertas.
Una de ellas es Castrillón: la Justicia detectó que era el cabecilla de una organización que explotaba mujeres sexualmente en prostíbulos de la ciudad de Buenos Aires. El hombre estaba procesado desde 2013 y tiene un pedido de elevación a juicio por trata de personas por delitos que habría cometido entre julio de 2009 y octubre de 2013.
En los documentos figura que aportó $10.000 para ayudar a Scioli a llegar a la presidencia. La causa está a cargo de la jueza María Servini, que es la responsable de aprobar los informes que presentan los partidos políticos.
La magistrada tendrá que escuchar las explicaciones que Carbone tenga para dar y decidir si acepta el informe de la campaña de Daniel Scioli y Carlos Zannini.
En paralelo, la Justicia investiga a Carbone por supuestas facturas truchas con las que se habrían desviado millones de pesos de la gobernación bonaerense. En la documentación irregular también aparece la firma del exjefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez.
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