POLÍTICA / ACUERDO CGT-EMPRESARIOS
Cada vez más sectores económicos se bajan del acuerdo alcanzado entre la CGT y los empresarios, con auspicio del Gobierno y bendición de la Iglesia Católica, para otorgar un bono de fin de año de $2000 a los trabajadores en blanco.
El universo de beneficiarios terminaría siendo apenas superior al 10% porque las grandes empresas tampoco están obligadas en su totalidad a abonar la suma fija. Con las Pymes (que son las principales empleadoras del país con el 80%) y el Comercio afuera, recrudece la tensión con la CGT que ya tiene por otro lado la presión de las dos CTA y algunos gremios cegetistas que rechazan el acuerdo para concretar la amenaza del paro nacional.
La situación complica también los planes de Mauricio Macri de terminar el año sin conflictividad social, especialmente en diciembre, cuando suele un aumento de la s demandas sociales.
Según el diario Ámbito Financiero, el panorama del bono es el siguiente: menos del 26% de los empleados recibirán el beneficio y el porcentaje puede llegar al 13% del total de trabajadores en blanco.
El cálculo es simple. De unos 5 millones de empleados en blanco que realizan sus tareas en el sector privado, sólo 1,2 millones de personas están alcanzadas con la mejora negociada en la Mesa de Dialogo por el Trabajo y la Producción del miércoles pasado.
En el encuentro de la Casa de Gobierno, los representantes de las cámaras empresarias y el triunvirato de la CGT, acordaron que los $2.000 sean pagados por las grandes compañías, liberando a las pyme de la obligación. Y que sólo estén obligados además los trabajadores que hayan obtenido aumentos salariales de menos del 38% en las paritarias 2016; salvo que además puedan demostrar que tuvieron un mal año.
En el 26% de los trabajadores empleados por las grandes compañías “están incluidos los bancos y compañías financieras, los servicios, el comercio, las grandes compañías industriales, la construcción el agro y la exportación primaria, los laboratorios, alimentos y el resto de los sectores manufactureros”.
Quienes se bajaron o quedaron afuera del acuerdo por el bono son el comercio, la construcción, los aceiteros, los textiles, alimentos, lácteos, bebidas, imprentas, petroleros, terminales automotrices, neumáticos, aceros y metalmecánica, entre otros.
En Urgente24 venimos siguiendo la posición de las distintas entidades que nuclean a las Pymes. El presidente de la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires, Raúl Zylbersztein, dijo que “la mesa que negoció no tiene representatividad porque las pymes, centralizadas en tres grandes entidades como son la CAME, APYME y CGERA, no fueron convocadas”.
“Si las pymes representan el 80 por ciento de los trabajadores, ningunearnos es un absurdo. Por otra parte, que no aseguren esos 2.000 pesos y después se tenga que negociar en paritarias, es trasladar un problema a una mesa futura, donde no tiene que haberlo ya que la baja del poder adquisitivo de los trabajadores redunda en el salario de los trabajadores, es decir, estamos del mismo lado del problema, entonces, ¿cómo puede ser que podamos resolverlo?”, se preguntó.
En el mismo sentido se pronunció el presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), Eduardo Fernández, quien advirtió en declaraciones a Radio 10, que las firmas más chicas “no podrán pagar un bono de fin de año sin asistencia del Estado” y lamentó que en la negociación por ese ítem se realizó “con la ausencia del sector”.
Por su parte el titular de la Fundación PRO-Tejer, Jorge Sorabilla, advirtió que el sector textil no dará un bono de fin de año por la situación que atraviesa, y aseguró que “la prioridad” es mantener los puestos laborales y pagar los salarios.
“Cayó un 25% el nivel de actividad. Esto significa menos horas trabajadas, gente suspendida y los empresarios haciendo un esfuerzo enorme tratando de mantener su plantilla de trabajo.
La prioridad es tratar de pagar los salarios de la gente que, además, en algunos casos no está trabajando”, señaló.
Por último, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) repasó seis actividades del mercado laboral y calculó que el b ono de fin de año para recomponer el salario perdido por inflación debería oscilar entre $6.335 y $14.867.
Tomando las categorías representativas de los convenios de Metalúrgicos, Comercio, Construcción, Estatales, Gráficos y Gastronómicos, el monto necesario de un hipotético bono de sin de año “para equiparar en términos de poder adquisitivo o poder de compra a la paritaria 2015/2016, respecto de la paritaria 2016/2017”, oscila entre $6.335 y $14.867, indicó CEPA.
Concretamente, según el estudio, los metalúrgicos deberían percibir a fin de año $14.867, los gastronómicos de Luis Barrionuevo $13.435, los mercantiles $12.975, los gráficos $10.416, los obreros de la construcción $8.962 y los estatales $6.335.
Todas las cifras para las actividades analizadas quedan muy lejanas del piso fijado ayer por la CGT con los empresarios, y reflejan la fuerte er osión del salario real que experimentaron los trabajadores argentinos este año.
Según el mismo CEPA el deterioro de los ingresos de los asalariados “seEn línea con este razonamiento, hace unos días el Centro de Estudios Atenea difundió su propio relevamiento sobre el monto que deberían cobrar los trabajadores registrados del sector privados como bono de fin de año para recuperar el salario deteriorado por la inflación de 2016.
Desde Atenea señalaron que “en este contexto, si se toma como referencia la remuneración promedio del sector privado, para recuperar la pérdida de poder adquisitivo que sufrió el salario hasta agosto de 2016, el bono de fin de año debería rondar los $15.000”.
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