Otros tiempos: Julian Assange escucha a Rafael Correa, y la foto es de Russia Today. |
El Gobierno de Ecuador admitió que restringió de forma temporal el acceso al sistema de comunicación de su Embajada en Londres, donde está asilado el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en virtud de su posición de no intervención en asuntos internos de otros países.
El ciberapagón que sufrió el exhacker australiano fue denunciado por el portal de filtraciones, que aseguraba que el corte se habría producido el sábado 15/10 por la noche, y se acusó a Quito de someterse a las presiones de Estados Unidos, concretamente del secretario de Estado, John Kerry.
Este extremo ha sido negado por la diplomacia estadounidense. “Aunque Wikileaks nos preocupa desde hace mucho tiempo, todo lo que lleve a pensar que el secretario de Estado, John Kerry, o el Departamento de Estado estén implicados en el cierre (de la conexión a Internet al fundador) de Wikileaks es falso”, desmintió el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
“El Gobierno del Ecuador respeta el principio de no intervención en los asuntos de otros países, no se inmiscuye en procesos electorales en curso ni apoya a un candidato en especial”, señala un comunicado de la Cancillería ecuatoriana.
WikiLeaks denunció el lunes que a Assange se le había “interrumpido deliberadamente” la conexión a internet. Además, hoy ese portal reveló que el secretario de Estado de USA, John Kerry, pidió a Ecuador que evitara que el fundador de WikiLeaks divulgara información clasificada de la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, sobre las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC.
Ecuador reafirma en el comunicado de su Cancillería que concedió asilo político a Assange en 2012 “sobre la base de sus legítimos temores de persecución política, debido a sus actividades periodísticas como editor de WikiLeaks”.
Asimismo, señala que, “durante las últimas semanas, WikiLeaks ha publicado una gran cantidad de documentos que tienen un impacto sobre la campaña electoral en Estados Unidos”, y precisa que “la decisión de hacer pública dicha información es exclusiva responsabilidad de la organización Wikileaks”.
Por ello, Ecuador, “en ejercicio de su derecho soberano, ha restringido temporalmente el acceso a parte de su sistema de comunicaciones en su Embajada en el Reino Unido”, agrega la nota oficial. Remarca que “esta restricción temporal no impide que la organización WikiLeaks lleve a cabo sus actividades periodísticas”.
Además, reitera que “Ecuador, consecuente con su tradición de defensa de los derechos humanos, especialmente con las personas víctimas de persecución política, reafirma el asilo concedido a Julian Assange y reitera su intención de salvaguardar su vida e integridad física hasta que pueda movilizarse a un lugar seguro”.
La política exterior de Ecuador -añade el texto- “responde exclusivamente a decisiones soberanas y no cede ante presiones de otros países”.
El Departamento de Estado de USA negó hoy que Kerry pidiera a Ecuador evitar que Assange divulgara información clasificada de Clinton durante las negociaciones de paz en Colombia, como alega ese portal.
“Los informes de que el secretario Kerry tuvo conversaciones con funcionarios ecuatorianos sobre esto simplemente no son ciertos. Y punto”, sostuvo en un comunicado enviado a Efe el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Según un escueto comunicado emitido, “el Gobierno del Ecuador respeta el principio de no intervención en los asuntos de otros países y no se inmiscuye en procesos electorales en curso ni apoya a un candidato en especial”.
La maniobra coincide con la publicación por parte del portal de filtraciones de documentos que desprestigian a la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton. La cancillería ecuatoriana señaló también que “la política exterior de Ecuador responde exclusivamente a decisiones soberanas y no cede ante presiones de otros países”.
El jefe de la diplomacia ecuatoriana, Guillaume Long, en un comunicado anterior se limitó a ratificar “la vigencia” del asilo concedido a Assange hace cuatro años y “la protección” que le otorga el Estado ecuatoriano debido a que las circunstancias que motivaron la concesión del asilo no han cambiado. Assange se ha convertido en un huésped incómodo para Ecuador, desde que pidió asilo hace 4 años para no ser extraditado a Suecia, donde se le requiere para interrogarle por presuntos delitos sexuales que él niega, un asunto en el que Ecuador ha intentado mediar.
La autonomía de Assange ha generado más de un problema. Un ejemplo es su activa intervención en el salvoconducto que el cónsul ecuatoriano en Londres extendió a Edward Snowden para que pudiera abandonar el aeropuerto de Rusia y solicitara la protección de Ecuador. El 14/11, un fiscal ecuatoriano viajará a Londres a hacer las preguntas remitidas por la fiscalía sueca.
El temor de Assange es que las autoridades suecas lo entreguen a su vez a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por espionaje tras la filtración de miles de cables confidenciales del Gobierno de Washington.
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