Entre los primeros análisis tras el último debate antes de la elección presidencial en USA, los analistas coincidían en que un golpe fatal para la campaña del republicano Donald Trump fue la insinuación por parte de él de que de no aceptaría el resultado de los comicios del 08/11 si éstos le adjudicaban el triunfo a su rival, la demócrata Hillary Clinton.
"Lo dejo en suspenso", respondió el magnate cuando el moderador del debate le preguntó al respecto.
El suspenso terminó: Trump reconoció este jueves que sólo aceptará el resultado del comicio si este arroja que el ganador no es otro que él mismo.
"Aceptaré totalmente los resultados de esta gran e histórica elección presidencial...si yo gano", dijo Trump durante un acto proselitista en Ohio.
"Por su puesto que aceptaría el resultado de una elección limpia, pero también me reservaría el derecho de hacer un reclamo legal en caso de un resultado cuestionable", dijo.
"Voy a seguir y cumplir con todas las normas y tradiciones de todos los muchos candidatos que vinieron antes de mí, siempre", agregó. Pero aclaró: "Vamos a ganar".
Trump asumió esta actitud luego de sostener que podría haber fraude en el próximo proceso electoral.
Hillary Clinton, que encabeza las encuestas de intención de voto, dijo que "horroroso" que Trump dispute el resultado de la elección maltratando siglos de tradición estadounidense. "Somos un país basado en leyes, y hemos tenido elecciónes calientes desde el principio, pero uno de nuestros símbolos de identidad siempre ha sido aceptar el resultado de nuestra elección", dijo la demócrata en declaraciones a la prensa en Las Vegas.
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