"A la situación me cuesta entenderla y creerla porque hay cosas que se me escapan. Hay dos grupos: los antituberculosos y los medidamentos para el SIDA. El comprador único, absoluto, es el Estado y compra en grandes cantidades porque hay leyes nacionales, no es que el Estado sea bueno. Son leyes. Esas leyes han sido dejadas de ser cumplidas. Y eso significa que empezó a haber faltante hace varios meses de medicamentos que no están en la farmacia. Los antituberculosos casi no existen en la farmacia porque después de muchos años de comprarlo el Estado y proveerlos gratuitamente, no había ninguno que tenga que ir a una farmacia. Y lo mismo ha pasado con los reactivos de HIV", denunció públicamente el ex ministro de Salud, Ginés González García.
Luego de minimizar el caso de Araceli González y su madre, quien sufre Lupus, el ex funcionario puso el acento en la ley de medicamentos Genéricos: "Una ley de las mejores recibidas por la población argentina y todavía muy utilizada. Para mi gusto, debería ser más utilizada con más potencia de Estado, difundiendo y haciendo que su uso sea intensivo".
"La otra cosa que me sorprende es que desde el gobierno nadie salga a decir: 'Señores, pasa esto, esto y esto. Quédense tranquilos'. Porque el tema de medicamentos los pone muy nerviosos a muchos y más a quienes dependen de ellos como la tuberculosis", remarcó al aire de Intratables (América TV).
En este marco, respondiendo a una consulta sobre la cartelización por parte de los laboratorios, explicó que eso no existe, pero lo que sí existe son estrategias -como las llevadas adelante por él entre 2002 y 2007- para que "varios Estados se pongan en contacto para hacer grandes compras de medicamentos y lograr así, mediante acuerdos, que bajen bastante los precios".
"No me explico -continuó- cómo el ministerio teniendo dinero, habiendo sub-ejecutado el presupuesto, no lo hizo y le dice a los enfermos de tuberculosis que para marzo van a haber medicamentos. Una cosa absurda, porque la tuberculosis no solo es un problema para él (por el enfermo) sino también para la sociedad porque es contagiosa".
"No sé cómo calificarlo, si es desidia, inoperancia, qué es", disparó. "El problema es que los pobres no hacen ruido (...) pero en realidad el iceberg es enorme de la cantidad de gente que se está quedando sin medicamentos", denunció.
"Me duele porque no solo es que pasó, sino que nadie reacciona porque la nación argentina en el año 2016 tenía un 2,7 del presupuesto nacional para salud y ahora en 2017 es de 2 puntos. Es decir, le bajaron un 0,7 ¡y nadie dice nada! Me da tanta bronca que lo hayan hecho como que no haya ningún tipo de reacción. Lo mismo en la provincia de Buenos Aires", cerró.
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