OPINIÓN / DEBATE EN EL CONGRESO
Por FACUNDO SUÁREZ LASTRA - Abogado. Ex intendente de la Ciudad de Buenos Aires. Diputado nacional (CABA-Cambiemos). (U24)
< Educación sexual para decidir.
< Anticonceptivos para no abortar.
< Aborto seguro para no morir.
Así, en ese orden. Esta es la hoja de ruta. La interrupción voluntaria es la última instancia frente a un embarazo no deseado.
No estoy a favor del aborto ni que en las propuestas la palabras “gratis” esté a la par de “seguro”, igualando a todos los casos y las situaciones de las mujeres que toman esta decisión. No ese trata de estar “a favor de la vida” o “a favor del aborto”.
Y desde el Estado, mucho menos se trata de creencias personales que no van a ser modificadas con explicaciones científicas.
Sí existe un punto de encuentro y una realidad: los abortos actualmente se practican todos los días.(También tenemos, de una vez por todas, que poner sobre la mesa la falta de educación sexual desde el nivel inicial o secundario, la ausencia de campañas de concientización, las dificultades para la realización del aborto no punible y el conocimiento casi nulo por parte de la población de los procesos de adopción).
La discusión entonces, no es aborto sí o aborto no. Lo que realmente está en discusión es el rol del Estado frente a la decisión de aquellas mujeres que como última instancia deciden interrumpir su embarazo, y que lo harán esté o no penalizado.
Frente a esta situación, el Estado puede:
a) No darle atención médica alguna a la mujer que aborta, juzgarla y condenarla penalmente; o
b) Tomarlo como un tema de salud pública y brindar la atención médica necesaria para resguardar la vida de dicha mujer.
Resulta necesario, entonces, entablar una modificación del Código Penal para que en primera instancia ninguna mujer pueda ser juzgada por someterse a una intervención de este tipo y, además, aprobar un procedimiento que el Estado Nacional aplique en todo el país de forma igualitaria.
La gran mayoría de los países más desarrollados han despenalizado el aborto.
Muchos de ellos incluso lo han hecho hace ya varias décadas, logrando por un lado disminuir sustancialmente las tasas de mortalidad materna relacionadas con abortos mal realizados, y a su vez reducir las tasas de interrupción del embarazo a través de la concientización de la población.
Esto se debe a que la mujer que decide interrumpir el embarazo concurre a una institución estatal a realizarlo, posibilitando al Estado intervenir, averiguar el motivo del embarazo no deseado y diseñar políticas públicas para evitarlos.
Creo firmemente que de esta manera lograremos una reducción de las interrupciones del embarazo y básicamente, de embarazos adolescentes y no deseados.
Es preciso encontrar las palabras justas que nos lleven a dar la discusión en el sentido correcto.
Debatir entendiendo lo que realmente está en discusión, sin caer en enfrentamientos ni peleas que los argentinos hemos sufrido en los últimos años.
No es este tema el generador de una -nueva- grieta, sino una oportunidad para pensar entre todos y con argumentos sólidos cual es la mejor alternativa.
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