Mario Moronta, uno de los representantes del Vaticano en Venezuela y Nicolás Maduro |
(U24) - El pasado 06/05, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, monseñor Mario Moronta, aseguró que muchos miembros del régimen chavista pidieron asilo en el Vaticano en caso de que el régimen de Nicolás Maduro caiga. Lo para algunos no es tan sorprendente, ya que el Papa Francisco I nunca criticó directamente a un gobierno socialista.
"Hace 20 días representantes de Nicolás Maduro tocaron las puertas de Conferencia Episcopal Venezolana para pedir asilo, en caso de una salida del mandatario", explicó uno de los representantes de la Iglesia Católica en Venezuela dijo.
"La iglesia está abierta para aquellos que requieran una atención, pero no seremos alcahuetas", dijo Moronta al referirse a la posibilidad de beneficiar o perjudicar a miembros de distintos bandos. Aunque al parecer no es tan así.
#6May Monseñor Mario Moronta dijo que altos dirigentes del chavismo han acudido a varios obispos para consultar sobre el derecho de asilo, en caso de una salida de Nicolás Maduro del poder. Via @DiarioTalCual #TVVNoticias #TVVenezuela pic.twitter.com/X3raemi7QV
— TVVenezuela Noticias (@TVVnoticias) 6 de mayo de 2019
La Conferencia Episcopal de Venezuela es la institución de carácter permanente que de acuerdo al Concilio Vaticano II, asocia a los Obispos de la República Bolivariana para ejercer su apostolado según la organización de la Iglesia Católica.
Allí los obispos ejercen unidos algunas funciones pastorales respecto a los fieles de su territorio y promover, conforme a la norma del derecho, el mayor bien que la Iglesia proporciona a los hombres. Las declaraciones no solo demuestran la afinidad de Francisco por el socialismo, sino que también la duda y amenaza que la situación en Venezuela significa para los miembros del régimen chavista, ya que si no hubiera amenaza alguna, el asilo no será necesario.
Además lo que a algunos les molesta el que el mandatario de la Iglesia Católica, que es jefe de Estado, como cualquier otro aunque a veces hasta más poderoso, no se pronuncié en cuanto a la situación venezolana.
Mientras más de 50 países ya reconocieron a Juan Guaidó como presidente y otros continúan apoyando a Maduro.
"Lo encontré dos veces. Parece un hombre convencido de sus ideas", eso fue todo lo que Francisco tiene para decir acerca de Nicolás Maduro. Recordemos también que a principios del mes de abril, el Papa Francisco decidió remover al obispo de Nicaragua, Silvio Báez, un reconocido crítico del régimen socialista del presidente Daniel Ortega.
El obispo llevaba varios meses apoyando públicamente las protestas en contra de las políticas del mandatario. Hasta que un día el sumo Pontífice le pidió que viaje a Roma a quedarse por un tiempo.
En el país de América Central sucedió lo mismo que en Venezuela, el Papa nunca se pronunció directamente de acuerdo a la crisis socio-política que tiene lugar en Nicaragua, pero tampoco condenó las acciones del régimen. Como tampoco nunca condeno las políticas de Maduro y especialmente la violación de Derechos Humanos.
En tanto, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció el martes 07/05 que levantaría las sanciones impuestas al jefe de Inteligencia venezolano, Cristopher Figuera, al dejar de lado su apoyo al régimen de chavista y apoyar al presidente interino. Lo mismo que prometió hacer con todos los que sigan ese camino.
A pesar de la negativa del pasado 30/04, los aliados norteamericanos de Guaidó siguen insistiendo con que se revelen los aliados. Aunque esto no parece ser la solución. De cierta forma haciendo lo contrario a lo que propone hacer el Vaticano, en cuanto al apoyo de los dos focos de lucha en Venezuela, el gobierno estadounidense no parece entender el poder que tiene el Vaticano en el escenario internacional y las relaciones diplomáticas.
Es decir que el posible factor : Francisco como apoyo de Maduro, es algo contra lo que al parecer no va a poder luchar simplemente porque el Servicio de Inteligencia de Estados Unidos tal vez no tiene el mismo alcance que las redes del Vaticano.
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