AGENCIA / POLÍTICA
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).-La muerte del Fiscal Alberto Nisman retrotae a una interna dentro de la secretaria de inteligencia y una de las muertes que más repercusión tuvo: la del “Lauchón”, el agente Pedro Viale.
El 10/07 del 2013 La policía bonaerense mató a balazos a un agente de la Secretaría de Inteligencia de la Nación (SIDE) durante un operativo antidrogas en la localidad de La Reja, en el partido de Moreno.
Al caer sacudido por las balas de la Policía en el baño de su caserón de Moreno, Pedro Viale dejó tras de sí 36 años dedicados al espionaje oficial, una historia repleta de inquietantes momentos y un apodo por el que será recordado entre sus colegas: "el Lauchón”.
¿Fue su muerte un ajuste de cuentas? ¿Fue el final inexorable de una vida fabricada entre los peligrosos márgenes?
Es posible que pocas certezas queden bajo su cadáver, pero su caída comprueba la decadencia y el desgobierno de la Secretaría de Inteligencia.
El pasado lunes 19/01, el fiscal Alberto Nisman, quien estaba a cargo de la investigación contra el atentado a la AMIA, fue encontrado muerto en su departamento de la Torre Le Parc, en Puerto Madero, un día antes de la declaración que iba a realizar ante el Congreso de la Nación por su denuncia de un pacto del Gobierno para dejar libres a los iraníes acusados del atentado.
Aunque no se conocieron los detalles del hecho, trascendió que su cuerpo apareció sin vida en el baño, aparentemente en la bañadera.
Las primeras informaciones indicaron que tenía un disparo en la cabeza de un revólver de pequeño calibre.
La confirmación de la muerte la dio el juez que invtervino en la causa, Manuel De Campos, las pericias los controvertidos dichos (y la presencia) del Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni en el lugar de la zona despertaron dudas y conjeturas.
Su cuerpo fue hallado por su madre en el baño de su casa, ubicada en el exclusivo barrio de Puerto Madero, días después de que acusase a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de encubrir a Irán en el atentado de la mutual judía AMIA perpetrado en 1994.
Nisman investigaba el atentado que dejó 85 muertos.
Muchas dudas surgieron a partir del hallazgo del cadáver.
Según la versión oficial, en el apartamento había documentos relativos a la denuncia que Nisman presentó la semana pasada contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, y sus colaboradores, y sobre la cual estaba previsto que ofreciese una comparecencia en el Congreso el mismo día de su muerte.
Desde la posibilidad que se trate de un suicidio inducido, la ausencia de pólvora en sus manos, la lista de compra que estaba dirigida a la empleada doméstica, poco antes de morir, el fiscal Nisman envió al vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, un mensaje de Whatsapp.
"Le escribí para consultarle sobre quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de inteligencia. Él me respondió que el que lo tenía que hacer era el secretario de inteligencia, Oscar Parilli, y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando", explicó Wolff.
"Estoy trabajando, ¿Qué te parece esto?", respondió el fiscal, mandándole esta imagen.
Nisman le envió una foto de su mesa de trabajo en la que podían verse varios documentos y subrayadores.
También las dudas se centran en los 'guardaespaldas' del fiscal. Dos policías que custodiaban el piso del fiscal argentino, declararon ante la Fiscalía que nunca subieron a su casa y que intentaron comunicarse con él durante dos horas pero no respondió, informaron medios locales.
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