AGENCIA / JUSTICIA
Diego Lagomarsino.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Diego Lagomarsino, el hombre que le prestó a Alberto Nisman el arma con la que apareció muerto, está cerca de convertirse en el primer imputado en el caso que investiga el fallecimiento del fiscal.
Según manifestó ayer las fiscal que investiga el caso, Viviana Fein, junto con la jueza Fabiana Palmaghini, estaban "analizando" si lo volvían a citar a declarar.
De ser así, es factible que ya no lo citen como testigo, sino que ahora lo llamen en carácter de acusado, para que declare en indagatoria.
Según una versión del diario 'La Nación', en las últimas horas, los investigadores analizaron, incluso, la posibilidad de detenerlo.
Sin embargo, la jueza y la fiscal prefieren no apurarse.
Acaso, ¿podrían convertir a Lagomarsino en un "perejil"?
Custodiado por un equipo de 15 policías que se turnan para protegerlo, Lagomarsino se instaló en un hotel.
El lunes pasado, declaró en la causa y admitió haber sido él quien le "facilitó" el arma a Nisman, según contó ayer la fiscal del caso.
Ayer, Lagomarsino hizo llegar su versión de lo sucedido el fin de semana al diario 'Página 12' a través de una magistrada cuyo nombre no fue dado a conocer.
Lagomarsino contó que Nisman lo había llamado el sábado para pedirle la pistola prestada.
"Me dijo que era por seguridad. Que el día anterior lo había llamado Stiusso (ex director de Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia) y le dijo que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas", contó.
"No soy un agente de Inteligencia, no tengo nada que ver ni jamás conocí a Jaime Stiusso", mandó a decir Lagomarsino a través de la jueza cuya identidad no fue dada a conocer.
Es la primera referencia a Stiusso que se conoce de uno de los protagonistas de la historia. Este ex agente, que durante años trabajó para el kirchnerismo y tuvo un rol preponderante en la relación de la ex SIDE con los tribunales federales, fue removido en diciembre pasado.
Ayer, en la carta en la que afirmó que a Nisman lo mataron, la Presidenta Cristina Fernández hizo pública una versión de la muerte del fiscal que concuerda con el relato de Lagomarsino.
La mandataria hizo mención a Stiusso como la persona que le señalaba el rumbo de la investigación a Nisman y pidió "mucha protección al Sr. Lagomarsino".
También dijo que resultaría "muy conveniente" investigar cuanto antes a los custodios.
Pero, ¿quién este jóven personaje?
Según el diario 'Página 12', de 35 años, Lagomarsino figura como contratado por la fiscalía de Nisman en 2007, y desde entonces su relación es como monotributista.
Según 'La Nación', este experto en informática, que niega ser espía, trabajaba con Nisman desde 2008, cuando firmó el primer contrato. Por entonces, su sueldo era de $8.000. Tenía sólo estudios secundarios completos.
Hoy gana $41.800.
Es, de los empleados contratados por la Unidad Fiscal AMIA, quien cobra por lejos el sueldo más alto, según informaron fuentes de la Procuración.
Su salario supera incluso el de casi todos los empleados de planta.
El régimen que había acordado con Nisman le permitía trabajar mucho desde su casa e ir muy poco a la Fiscalía.
Su trabajo era copiar y desbloquear archivos y realizar backups de archivos que le pedía Nisman. Pero dice no haber conocido nunca el contenido de los mismos.
Según contó la jueza a 'Página12', iba pocas veces a la fiscalía y en "la mayor parte de las ocasiones, se veía con el fiscal en su vivienda, últimamente en el edificio Le Parc. (...)
Diego dice que a veces el fiscal lo citaba a la una de la mañana de un sábado. Que debía estar listo todo el tiempo".
Según 'La Nación', cada año, cuando pedía la renovación del contrato, Nisman solicitaba un aumento para Lagomarsino, dijeron fuentes cercanas a la procuradora Alejandra Gils Carbó, que es quien autorizaba los desembolsos.
De acuerdo a lo que contó, su visita a lo de Nisman fue el sábado alrededor de las 20. Entró por la puerta de servicio y estuvo conversando con su jefe unos 40 minutos, en los que no notó nada extraño. Dijo que lo vio ansioso, pero no más que de costumbre, y que dejó el departamento por la puerta principal.
El lunes pasado, el técnico informático declaró en la causa y reconoció, entre lágrimas, haber sido quien le facilitó el arma a Nisman el sábado a la mañana.
Actualmente, Lagomarsino empezó a vivir en un hotel y está custodiado por el mencionado equipo de policías que se turnan para resguardar su integridad física.
"Hoy en día, Diego llora todo el día. Está destruido y se siente culpable. (...) cree que Nisman tenía tomada la decisión (de suicidarse) el sábado a la noche cuando Diego le llevó la pistola", contó por último la jueza que respondió en nombre de Lagomarsino.
Si Lagomarsino se convierte finalmente en acusado -sea como presunto instigador de un suicidio o como partícipe de un homicidio-, esto provocará una modificación, además, en la organización de la investigación.
Formalmente, el caso dejaría de ser "de autor desconocido" y la investigación, hoy delegada en la fiscal, la asumiría la jueza.
Mientras tanto, es la fiscal Fein el motor principal de la causa.
Ayer, Gils Carbó se comunicó con ella; le ofreció darle más recursos y le preguntó si quería que le reforzaran su custodia personal. La fiscal le contestó que lo iba a pensar.
Por lo pronto, la Procuración puso a su disposición un vehículo de la Policía Federal.
Anoche, ese auto la esperaba en la puerta del edificio donde vivía Nisman, en Puerto Madero, en donde la fiscal hacía una nueva inspección.
Según el diario 'Clarín', Lagomarsino, la "última" persona que habría visto con vida al fiscal, y quien le llevó el arma calibre 22, presentó un escrito ante la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini que investigan la muerte del magistrado, solicitando autorización para "irse de vacaciones a la Costa".
No hubo respuesta de la fiscal ni de la jueza frente al pedido.
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