AGENCIA / OPINIÓN
Alberto Nisman: Cuando muere un fiscal, alguien debe reemplazarlo inmediatamente, para su obra perdure y su desaparición física no sea en vano.
por MARCELO CARLOS ROMERO
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Cuando muere un fiscal, alguien deja de hacer preguntas molestas. Alguien deja de investigar.
Cuando muere un fiscal, alguien deja de reclamar, buscar y encontrar Justicia.
Cuando muere un fiscal, alguien deja de desatender familia, afectos y amigos para desentrañar un enigma... Para encontrar la verdad.
Cuando muere un fiscal, la Sociedad pierde a uno de sus representantes en el marco de un proceso judicial por un crimen que la agravió.
Cuando muere un fiscal, la República llora. Porque uno de los individuos que integraba sus pilares ya no está, y el cimiento, se debilita.
Cuando muere un fiscal, alguien debe reemplazarlo inmediatamente, para su obra perdure y su desaparición física no sea en vano.
Cuando muere un fiscal, el país entero está de luto.
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