DEPORTES /FÚTBOL
Mancuello busca el pase para Pizzini ante la marca de Jara, en Mar del Plata. (Télam)
El fútbol de verano quedó inaugurado. Independiente abrió la temporada estival 2015 con un triunfo ante Estudiantes, que le permite alimentar la idea de su entrenador, Jorge Almirón. A un ritmo típico de pretemporada, está claro, el Rojo pudo demostrar que la intención continúa siendo la de dominar e ir al frente. Y de a ratos pudo reflejarla en el José María Minella. Con eso, más las manos de su arquero, la categoría de Mancuello y la agilidad de Pizzini, le alcanzó.
Los de Avellaneda tuvieron la pelota, pero el que más claridad tuvo fue Estudiantes. Al minuto nomás, hizo inquietar a Diego Rodríguez. Sin embargo, cuando parecía que salía con todo el conjunto platense, bajó la intensidad.
Recién al final de los primeros 45 minutos volvió a apretar con la pelota parada y con un desborde de Auzqui por derecha, que derivó en un centro para Carrillo, quien se encontró con el bueno del Ruso.
Los jugadores de Independiente ya saben lo que quiere su técnico.
Tuvieron todo un torneo para conocer esa saludable intención de jugar mirando siempre hacia el arco de enfrente. Ahora es tiempo de que estos futbolistas se convenzan de que pueden llevar a cabo esa idea que pregona Almirón. Algo pudo verse anoche.
Sin Montenegro (desafectado del plantel), el entrenador apostó a un doble comando compuesto por Pisano y Pizzini. Los rapiditos, bien abiertos por las bandas, trataron de complementarse con los activos laterales para abastecer a los delanteros Riaño y Lucero.
Mucho no podía hacer, hasta que llegó el 1-0: una corrida por el callejón izquierdo de Pizzini y su tiro al arco que se iba afuera y que Lucero empujó, en posición adelantada (no sancionada), para el gol.
Federico Mancuello tiene el mismo desafío que su equipo, pero a nivel personal. Claro, sabe el zurdo lo que puede rendir. Se conoce. Y sabe que deberá ratificar ese nivel de alto vuelo en este nuevo campeonato.
Aquí, en la fresca noche de Mar del Plata, Mancu demostró que sigue siendo lo mejor de Independiente. Sigue encendido. La sigue pidiendo siempre. Sigue hablando como buen capitán en el terreno de juego. Y sigue probando al arco con su buena pegada (Hilario Navarro le tapó un tiro libre).
Estudiantes ya tiene aceitado eso de pasar de la teoría a la práctica. La idea es clara. Este equipo made in Pellegrino es compacto, duro en defensa y peligroso en ataque, sobre todo en jugadas de balón quieto.
Estudiantes no tiene que descubrirse; es el mismo que en el campeonato pasado. Y, en consecuencia, tiene las mismas falencias. Y las pelotas que no mete en un arco, le terminan entrando en el propio. Para colmo, sumó la preocupación por la lesión en la rodilla derecha de Leonardo Jara, quien tuvo que salir llorando a los 3 minutos del complemento.
El primer diagnóstico indicó un distensión del ligamento lateral interno.
La pelota se sacudió la arena y comenzó a moverse en el verano de 2015. El primero en festejar fue Independiente. clarín.com
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