AGENCIA / POLÍTICA
Dicen que el gobernador maldice en 3D cuando le cuentan que en el portal de la radio de Almará sigue apareciendo a todo color un inmenso banner con la consigna Urribarri presidente – Almará intendente.
PARANÁ (U24 Entre Ríos). “Si la Blanca (Osuna, intendenta de Paraná), llegó a presidir el municipio de la capital de la provincia, quiere decir que cualquiera puede llegar, así que yo me presentaré”, dice desde los micrófonos de su radio (FM La Voz), el actual diputado provincial Rubén Almará, con el tono burlón y gangoso que lo caracteriza, mientras un coro de alcahuetes y vividores lo aplauden.
Contar la historia de Almará insumiría demasiado tiempo, pero para quienes no la conocen, sólo basta con decir que él es un clásico arribista como tantos otros miles que pululan en el mundo de la política y que, hábilmente, han sabido usufructuar en provecho propio necesidades de otros.
Los mandados que hizo los cobró muy bien y hoy se ufana, sin tapujo alguno, de todo eso. La mediocridad general de la política se lo permite.
Él sabe muy bien que nadie, absolutamente nadie, del mundo de la política y sobre todo del peronismo, por más pergaminos que tenga, se le animará a contradecirlo. Él exigió ser diputado y lo fue.
Él ahora exige ir como precandidato a intendente en la misma boleta que Urribarri, y sus candidatos y nadie se atreverá a objetarlo. Mucho menos Urribarri o cualquier otro del oficialismo. Dicen que el gobernador maldice en 3D cuando le cuentan que en el portal de la radio de Almará sigue apareciendo a todo color un inmenso banner con la consigna Urribarri Presidente – Almará intendente.
Cuando hace unos meses atrás el locutor durante su programa de radio acosó a una menor de manera totalmente degradante y vergonzosa muchos creyeron que, ante la repercusión nacional que tuvo el caso, había llegado el final para Almará.
Los paranaenses lo mínimo que esperaban era que sus pares de la Cámara de Diputados le pidieran la renuncia, que el INADI lo denunciara y que la AFSCA como mínimo le suspendiera la licencia de la radio.
Sin embargo nada de eso ocurrió. Almará tomó el micrófono una vez más y sentenció: “Si me quieren sancionar, que me sancionen, pero que se aguanten lo que viene porque prendo el ventilador”.
En la Cámara de Diputados, salvo los opositores, los diputados oficialistas de casualidad no lo aplaudieron cuando apareció luego del incidente. Mientras que el INADI y la AFSCA miraron para otro lado.
Almará fue quien presentó en diciembre de 2013 un polémico proyecto de Ley para censurar el uso de Internet y rede sociales en los momentos que el gobierno lo decida.
Cuando recayeron las críticas sobre ese proyecto, dijo que en realidad había sido obra del gobernador Urribarri y del Jefe de los Fiscales, Javier García y que él solo lo había presentado. ¿Quién lo iba a contrariar?
Ahora, ante los ataques terroristas en Francia, Almará publicó en el portal de Radio La Voz, un escrito en el que, según su visión, los gobiernos de Francia e Inglaterra le habrían copiado aquél proyecto, que ahora dice que es de “su” autoría, para aplicarlo en sus respectivos países.
Una enajenación propia de alguien que no está en sus cabales.
Pero además en su escrito, Almará hace referencia también a aquél episodio con la menor, poniéndose en papel de víctima y justifica su actitud escudándose en lo hecho por el intendente salteño Mazzone, acusado de corrupción de menores.
Este personaje por medio de su radio ha sembrado la mediocridad en vastos sectores de la sociedad, sobre todo en aquellos más proclives a eso, y que son de los que siempre se aprovechan políticos como los actuales gobernantes.
Para esos políticos ese mensaje mediocre, vulgar, insignificante que transmite Almará les ha permitido penetrar en muchos sectores sociales también con propuestas, con mentiras y promesas del mismo tenor.
Por eso Almará siempre fue protegido por la corporación política, fundamentalmente de Paraná y del peronismo y por eso también él se cree ahora con todo el derecho de presentarse como precandidato a intendente de la ciudad.
Su precandidatura, aunque no tenga ninguna chance, aparte de burlesca, es también una demostración más de lo bajo que ha caído la clase política de esta ciudad.
El único destino de Almará, si llegara a la intendencia de Paraná, sería el mismo que el del destituido intendente de El Bordo (Salta), Juan Rosario Mazzone.
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