La Liga Árabe.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Los dirigentes de la Liga Árabe acordaron crear una fuerza militar conjunta, anunció Abdel Fatah al Sisi, presidente de Egipto, donde se celebra una cumbre de la organización.
El anuncio se produjo 3 días después de que una coalición de una decena de países árabes iniciara unos bombardeos en Yemen para detener el avance de la milicia chiita hutí, vinculada a Irán. Los rebeldes ocupan gran parte del país y consiguieron expulsar a las autoridades de la capital Saná.
Los representantes de los países árabes se reunirán para estudiar los detalles relativos a la creación de esa fuerza militar, aseguró Sisi, en el segundo y último día de la reunión de la Liga Árabe en el balneario de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo.
El pacto, que surge de una propuesta lanzada por el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, llega en un momento de gran convulsión en la zona, con Libia, Siria e Irak inmersos en sangrientos conflictos bélicos, y diversos países árabes liderados por Arabia Saudí colaborando en una campaña militar en Yemen contra los rebeldes chiíes Huthi.
La noticia fue anunciada en una rueda de prensa por el general al Sisi, anfitrión de la cumbre de la Liga Árabe que concluyó este domingo 29/03 en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
“Con la finalidad de estar a la altura de la responsabilidad que representan los graves desafíos a los que se enfrenta nuestra nación árabe, los líderes árabes han apoyado el principio de establecer una fuerza militar árabe”, declaró el mandatario egipcio, que explicó también que se formará un comité supervisado por los jefes de Estado mayor de los países miembros para estudiar las características de
la futura fuerza de intervención rápida.
Según declaraciones de responsables militares egipcios a la agencia de noticias Associated Press, el cuerpo estará dotado de unos 40.000 soldados y se integrarán de forma voluntaria aquellos países árabes que así lo deseen; además, tan sólo intervendrá en un país previa petición de sus autoridades.
La decisión de los mandatarios árabes busca, sobre todo, reforzar la lucha contra los yihadistas que conquistaron amplias zonas de Irak y Siria, y consiguieron establecerse en Libia, indicó el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, antes de la cumbre.
Liga Árabe:
Egipto - Fundador (suspendido, 1979-1989).
Irak - Fundador.
Jordania (Transjordania entre 1945-1949) - Fundador.
Líbano - Fundador.
Arabia Saudita - Fundador.
Siria - Fundador, suspendido desde 2011.
Yemen hoy Yemen del Norte - Fundador.
Libia - Ingresó el 28/03/1953, suspendido y readmitido en 2011.
Sudan - Ingresó el 09/01/1956.
Marruecos - Ingresó el 01/10/1958.
Túnez - Ingresó el 01/10/1958.
Kuwait - Ingresó el 20/09/1961.
Argelia - Ingresó el 16/08/1962.
Emiratos Árabes Unidos - Ingresó el 12/06/1971.
Bahréin - Ingresó el 11/09/1971.
Catar - Ingresó el 11/091971.
Omán - Ingresó el 29/09/1971.
Mauritania - Ingresó el 26/11/1973.
Somalia - Ingresó el 14/02/1974.
Palestina - Ingresó el 99/09/1976 (representada por la OLP).
Djibouti -Ingresó el 18/12/1977.
El citado Arabi declaró que la región vivía bajo la amenaza de una fuerza "destructiva" que pone en peligro "la diversidad étnica y religiosa", en una aparente alusión al grupo Estado Islámico (EI). En teoría, el nuevo cuerpo militar tendrá como objetivo combatir contra “los grupos terroristas”, en una referencia velada al autodenominado Estado Islámico (EI), la milicia yihadista que controla una amplia franja de territorio en Siria e Irak y que ha constituido el principal acicate de las llamadas a la unidad de acción.
Según filtraciones publicadas en varios medios, el texto de la declaración final de la cumbre no menciona a Irán, percibido como una amenaza por buena parte de los países árabes, y muy especialmente, por Arabia Saudí.
El presunto expansionismo de Teherán dominó, de forma directa o velada, los discursos de la mayoría de jefes de Estado que participaron en la ceremonia de apertura de la cumbre de Sharm el Sheij.
El presidente de Yemen, Abdrabbo Mansur Hadi, sí acusó directamente a Irán de querer “destruir” su país. Varios países árabes han acusado a Irán de proporcionar en Yemen apoyo militar a las milicias rebeldes Huthi, que también profesan una rama del chiismo.
Habida cuenta de que la eventual creación de la fuerza militar conjunta requerirá de diversos meses antes de ser operativa, no es probable que se estrene con la operación militar en curso contra posiciones Huthi, que se inició el pasado jueves y en la que participan 10 países. Arabia Saudí, como ya hizo en Yemen, debería poner a disposición de la fuerza su armamento, de los más sofisticados del mundo, en particular sus aviones y sus tanques de combate.
En cuanto a Jordania, los expertos apuntan que sus reputados comandos de élite podrían ser solicitados. Si bien 21 miembros de los 22 de la Liga adoptaron la resolución (el asiento de Siria estaba vacío), algunos diplomáticos no se privaron en Sharm el Sheij de mostrar sus reservas.
El ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Ibrahim al Jaafari, dijo el sábado que su país "tenía sus reservas en relación a la formación de esta fuerza, pues no se habían hecho estudios preliminares".
Las diferencias sobre los objetivos podrían también ralentizar su formación. En caso de fraguarse la creación de la fuerza militar unificada, la Liga Árabe se sacudirá de encima la fama de ser una organización incapaz de actuar de forma decidida a causa de sus divisiones internas.
La unidad panárabe, y la consiguiente formación de un ejército conjunto, es una vieja aspiración que en las siete décadas de vida de la Liga Árabe ha parecido una utopía más que un proyecto. De hecho, durante la cumbre, varios Estados manifestaron sus reservas ante el proyecto.
Más allá de la irrupción del EI, la creación de una fuerza conjunta es producto del distanciamiento entre Washington y sus dos tradicionales aliados árabes, Egipto y Arabia Saudí, principales impulsores de la iniciativa. Ambos países han discrepado del enfoque de la administración Obama respecto a varias de las crisis que afectan a la región. Por eso apuestan por desarrollar sus capacidades militares para poder defender sus intereses estratégicos al margen de USA.
No en vano, Arabia Saudí se es ya en el país del mundo que más fondos invierte en la compra de armamento, una factura que en 2014 ascendió a cerca de 9.000 millones de euros. La intervención militar saudí en Yemen es toda una demostración de la política más asertiva de Riad, que tradicionalmente había confiado en USA para la defensa de su seguridad nacional.
Sin embargo, la operación Tormenta decisiva no ha conseguido amedrentar a las milicias Huthi, que no renuncian a su ambición de ocupar Adén, segunda ciudad de Yemen y bastión del presidente Hadi, reconocido por la comunidad internacional.
En su intervención el sábado en la cumbre de Sharm el Sheij, el mandatario yemení pidió el mantenimiento de los bombardeos aéreos hasta forzar “la rendición” de los Huthi, que a principios de febrero le desalojaron del poder a través de un golpe de Estado.
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