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| BULRRICH / PEÑA |
por EDGAR MAINHARD
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Apuntar contra el comandante general Gerardo Otero, flamante director nacional de la Gendarmería Nacional, por el error informativo (el Poder Ejecutivo afirmó que había 3 detenidos cuando sólo tenía 1 capturado), no le ayudará a Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación.
Urgente24 ha apuntado problemas con Otero antes de la designación del uniformado y, por lo tanto, tiene autoridad suficiente para exculparlo en esta ocasión: no tiene sentido tirar por la borda el cargo que tanto buscó y al que acaba de llegar luego de padecer bastante con los K, que lo habían puesto en disponibilidad.
La nominación más evidente en la escala de responsabilidades parece apuntar a Alejandra Gils Carbó, la procuradora general.
La red social Twitter arde por estas horas en acusaciones a Gils Carbó por supuestamente informar en forma errónea.
Horas antes, se afirmó que María Eugenia Vidal ya apuntaba contra María del Carmen Falbo, la procuradora general de la Provincia de Buenos Aires. Unos dicen que, en el caso de Gils Carbó, "estás nominada" o "mientras el kirchnerismo residual siga manejando parte del Estado, papelones como los de hoy de Gils Carbó se van a seguir repitiendo".
Prometen inminentes acciones legales contra alguna de las procuradoras. La versión más escuchada dice que la imputación alcanzará rango institucional contra la Procuración General de la Nación por denunciar oficialmente la detención de los 3 prófugos.
Pero ¿cómo fue que el presidente Mauricio Macri consumió esa información? ¿Acaso no hay filtro cerca del Jefe de Estado? Los periodistas oficialistas sostienen, quizá con fundamentos, que desde las cercanías de Gils Carbó, se difundió a los medios información falsa.
Pero el Presidente de la Nación no puede consumir igual información, y hay una estructura que tiene la misión de que eso no suceda. ¿Acaso con el fantasma de Gils Carbó se intenta ocultar el error propio?
Admirable el esfuerzo de algunos militantes del PRO por minimizar el costo propio pero es para consumo de quienes desconocen la estructura del Estado. Porque Gils Carbó puede cocinar todo el 'pescado podrido' que quiera pero el Presidente tiene desde la Agencia Federal de Inteligencia a la Jefatura de Gabinete de Ministros, a la que reportan todos los ministerios, para informarse en forma veraz, y así tomar las mejores decisiones.
Si Gils Carbó es responsable, ¿quién no aplicó el filtro indispensable en las cercanías del Presidente de la Nación?
Volviendo al caso de Otero: aún cuando fuese cierto que Gendarmería informó sobre 3 detenciones, Bullrich tenía formas de confirmar la información porque también había efectivos de la Policía Federal Argentina y de la Policía de la Provincia de Santa Fe, que tuvo un rol protagónico en la recaptura de Martín Lanatta.
En todo caso queda en duda la coordinación interfuerzas que fue la metodología que ponderaron en forma muy positiva el presidente Mauricio Macri y la vicepresidente Gabriela Michetti.
IGUAL CONCEPTO VA PARA EL CASO DE GILS CARBÓ.
Bullrich decidió asumir toda la responsabilidad, a la vez que denunció fantasmas y buscó culpables hacia adentro por el papelón que limita el festejo a Macri, quien cumple el domingo 10/01 su 1er. mes presidencial con una costilla fisurada, obligado a guardar reposo.
Precisamente por ese motivo ¿fue él quien ordenó la redacción del tuit sobre la falsa triple captura o la Jefatura de Gabinete de Ministros le ordenó esa difusión a la Secretaría de Medios? ¿Gils Carbó le escribió el tuit?
Aún cuando Bullrich asuma toda la responsabilidad, ella reporta a Marcos Peña, el jefe de Gabinete de Ministros, quien en verdad es el responsable de la información que difundió la Administración Macri y que involucró a diversas áreas.
Solamente Peña puede cubrir desde la agencia de noticias Telam hasta el Ministerio de Justicia, pasando por el de Seguridad.
¿Y quién confirmó la información, o es que la Administración Macri se encuentra dispuesta a difundir información sin confirmación? (3 fuentes por lo menos es el desafío, dirían en la prensa más confiable).
Resulta evidente que habrá que corregir normas y procedimientos, y ajustar los mecanismos de recopilación de información en la todopoderosa Jefatura de Gabinete, en especial para que Marcos Peña pueda conservar la cuota enorme de poder que le ha concedido Macri, y que abarca Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires.
Quizá Peña deba preocuparse más por eso que por exigir el recorte de pautas publicitarias en el territorio bonaerense o en la Nación, y el redireccionamiento de presupuestos de difusión, una tarea secundaria tal como lo confirma el impacto considerable de la banalidad conque se decidió que Macri felicitara por una triple captura inexistente.
¿Acaso alguien se afanaba en conseguir que si Enrique Peña Nieto había informado por Twitter que el narco Joaquín Guzmán Loera había sido detenido, Macri debía imitarlo en esta ocasión?
Y eso excede a Patricia Bullrich, aún cuando la ministra tendrá que extremar sus recaudos para no sufrir una nueva desestabilización en el cargo. Es un gobierno joven (apenas 30 días) y aún intenta ajustar su coordinación, y por ese motivo bien puede considerarse alguna indulgencia en todo este sainete.
Pero también es cierto que es una Administración que viene de gobernar 8 años la Ciudad de Buenos Aires, y hay cuestiones que ya tendría que tener probadas y aprendidas. Por supuesto que se espera que en horas más sí queden detenidos los prófugos Cristian Lanatta y Víctor Schillaci. Pero aún así, la probable euforia no debería ocultar hacia adentro la realidad de lo que sucedió durante las recientes horas.
El mayor problema es haber involucrado al Presidente, traspié que la mayoría de la opinión pública se encuentra dispuesta a olvidar rápidamente. Pero con tantos problemas por delante, no deberían abusar en forzar la pérdida de precisión y credibilidad de Macri.
En fin, el apoyo de Grupo Clarín y el diario La Nación es excelente para la Administración Macri pero no podrá librarlo de los errores propios.
Y, mal que le pese a los admiradores del joven Jefe de Gabinete, a Horacio Rodriguez Larreta esto no le sucedió cuando tuvo similar función en la Ciudad. En fin, tarea para el hogar, cuestiones a enmendar, mucho para mejorar.
Todos desean que no se arroje por la borda la experiencia y que no maten al mensajero.
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