Starbucks se ha comprometido a donar, en un plan progresivo, a bancos de alimentos el 100% de los productos que no se vendan en sus 7.600 bocas de expendio en USA y que sigan siendo seguros para su consumo.
En asociación con Food Donation Connection y Feeding America, el gigante del café redistribuirá los alimentos perecederos, que serán transportados en vehículos acondicionados para refrigerarlos hasta llegar a su destino.
"En el primer año, Starbucks proporcionará unas 5 millones de comidas a personas y familias que precisen alimentos", aseguró la empresa.
En 2021, el número de comidas podría llegar a las 50 millones de raciones al año. El reto, señala Starbucks es asegurar que las ensaladas, sándwiches y otros alimentos refrigerados todavía se pueden consumir con seguridad incluso si su etiqueta superar las fechas de caducidad.
Donar el excedente de comida no es una nueva idea. Chipotle, Cheesecake Factory, Yum! Brands, KFC, Taco Bell, Darden's y Olive Garden ya lo han hecho.
Incluso, Starbucks ha donado su pasteles sobrantes a un servicio de recogida de alimentos desde 2010.
Pero el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) estima que entre el 30% y el 40% de la comida de ese país es desperdiciada. Al mismo tiempo, un significante número de estadounidenses aguanta hambre.
Según USDA, 48,1 millones de estadounidenses —uno de cada siete— que vivían en refugios en 2014,en algún momento del año no tenían la posibilidad de asegurar alguna de sus tres comidas. Aunque Starbucks trató de donar comida en el pasado, sin embargo no tuvo un “proceso consistente para hacerlo”, dijo el portavoz de la compañía Erin Schaeffer.
“El reto era encontrar una manera de preservar la calidad de la comida durante su repartición. Nos hemos centrado en el mantenimiento de la temperatura, la textura y el sabor de la comida sobrante para que pueda ser disfrutada por personas con necesidad”, dijo Jane Maly, gerente de marca del Starbucks Food Team, en un comunicado de la firma.
La compañía ha invertido en investigación para determinar la mejor manera de asegurar que la comida mantenga fresca y a salvo hasta que sea consumida. De este modo, sándwiches, paninis, ensaladas, cajas “bistro” y frutas ya no terminarán en la basura, sino que serán aprovechados para alimentar a otras personas.
En el comunicado de prensa, Starbucks señala que la idea surgió de los propios miembros de su equipo. “Al igual que muchas de nuestras iniciativas de impacto social, la innovación y la inspiración viene de nuestros socios que son voluntarios y contribuyen a sus comunidades.
Ellos vieron la necesidad de que hiciéramos más”, indicó por su parte John Kelly, vicepresidente de Responsabilidad Global, Comunidad y Políticas Públicas de Starbucks. “Cuando pensamos en la amplia huella de nuestra marca en Estados Unidos y el impacto que ésta puede tener, nos vimos obligados a pensar cómo donar los alimentos en lugar de tirarlos a la basura”, dice Maly.
Esta iniciativa eleva la esperanza de que otras compañías se sumen a estas acciones, para alimentar a personas con necesidad y reducir el desperdicio de comida.
Feeding America estima que cada año se desperdician en Estados Unidos 70.000 millones de libras de comida (31.751 millones de kgs.), mientras millones de hogares se encuentran en condiciones de inseguridad alimentaria.
“Los alimentos donados van a hacer la diferencia, ya sea haciendo que un niño no pase hambre durante la noche o bien haga a una familia disfrutar de un plato de proteínas que no tendrían manera de pagar en Starbucks.
El rescate de alimentos, en vez de tirarlos a la basura, cambiará vidas. Me enorgullece saber que tenemos como socios a verdaderos héroes”, cita comunicado de la firma a Kienan McFadden, gerente de una tienda Starbucks.
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