En Cambiemos hay un gran debate acerca de qué hacer con el juez Norberto Oyarbide, que la semana pasada anunció su renuncia mientras mantiene unos 40 pedidos de juicio político en su contra en el Consejo de la Magistratura.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, aconseja a Macri públicamente que le acepte la renuncia al magistrado.
Sin embargo, la diputada Elisa Carrió es de la opinión contraria y denuncia un acuerdo con Daniel Angelici para evitarle el juicio político.
La UCR concuerda con Carrió y quiere que Oyarbide sea juzgado.
La diferencia radica en que si Macri acepta la dimisión se pondrá fin al juicio político y el juez podrá recibir la jubilación que le corresponde a un juez retirado, equivalente a un 95% de lo que cobran en ejercicio.
En cambio, si lo destituyeran, percibiría una jubilación ordinaria y no los $100.000 que le corresponderían.
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