(U24) - Tal como ocurrió el año pasado, en las pruebas Aprender 2017 quedaron en evidencia varias inequidades en el sistema educativo. Entre ellas, la que revela un abismo en el rendimiento entre escuelas privadas y públicas que, en matemáticas y lengua, las separan unos 25 puntos porcentuales.
Si a los alumnos del último año del secundario les cuesta resolver operaciones matemáticas en general, estas dificultades se acentúan mucho más en la escuela pública. El 77,7% de sus estudiantes está en el nivel básico o por debajo y tan solo el 1,9% alcanzó el estándar avanzado.
En tanto, en lengua la diferencia se repite: el 46% de los alumnos de la escuela pública está por debajo del nivel esperable, mientras que ese índice es solo del 21% en las privadas.
Según Juan María Segura, experto en innovación y gestión educativa, "los porcentajes de alumnos en niveles más que básicos de aprobación son exiguos en todas las mediciones, acentuándose en las escuelas de gestión estatal y en los segmentos socioeconómicos más vulnerables. En ese sentido, no hay nada que celebrar".
También pidió la derogación del artículo 97 de la ley 26.206 para poder conocer en detalle los resultados de cada escuela.
Según sostuvo el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, "la brecha educativa entre los que menos y más tienen se mantuvo en estas pruebas".
"Latinoamérica a es una de las regiones más desiguales del mundo, pero puntualmente el argentino es uno de los sistemas educativos más desiguales de la región", dijo Elena Duro, secretaria de evaluación educativa.
En los últimos años, en Argentina se presenta una "creciente privatización de la educación". Las familias que pueden optar, prefieren enviar a sus hijos a establecimientos privados; de ahí el crecimiento en la matrícula.
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