(U24) - "José López hizo aportes muy importantes y brindó datos que no estaban en la causa", motivo por el cual el ex funcionario K no regresó al penal de Ezeiza, no vaya a ser que sufriera represalias.
Pero López seguirá detenido aunque con un extraño statu-quo que, aparentemente, satisface sus expectativas luego del hastío por la prisión donde lo llevaron los bolsos repletos de dinero (US$ 9 millones, 153.000 euros, $59.000 y relojes Rolex) que intentó ingresar en la madrugada del 14/06/2016 a una suerte de convento en General Rodríguez.
La defensa de López le pidió al fiscal que autorice su ingreso al programa de protección de testigos e imputados.
López aparece nombrado en los cuadernos del chofer Oscar Centeno. También fue señalado por varios de los empresarios que declararon en la causa como arrepentidos.
Como integrante del exMinisterio de Planificación Federal, López, enfrenta un juicio oral y público acusado de enriquecimiento ilícito.
Hace 1 semana, él declaró que el dinero se lo habían "dado 3 personas de la política" y que no podía "dar sus nombres por miedo a su integridad física y la de su familia".
También aseguró que cumplía una "diligencia" encomendada por 3 desconocidos, quienes le entregaron el dinero y lo siguieron durante todo el recorrido.
"El dinero no era mío", reiteró, en un testimonio que a muchos les resultó inverosímil. Ahora López, imputado como partícipe necesario de la asociación ilícita que "comandaron Néstor y Cristina Kirchner" y que tuvo por objetivo "recaudar fondos ilegales" de las empresas contratistas del Estado -declaración indagatoria del excarcelado arquitecto Germán Nivello, N°2 de la Secretaría de Obras Públicas- dicen que apuntó a entonces ministro Julio De Vido y la familia Kirchner.
Después de varias horas frente al fiscal Carlos Stornelli, López confesó su participación, que podría también involucrar a los interlocutores con los que solía tratar el exfuncionario, como intendentes y gobernadores.
En esa línea de funcionarios aún a salvo de la megacausa, la presentación de López comenzó a preocupar, y mucho.
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