La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, junto a Mauricio Macri (Foto archivo NA |
(U24) - Lejos de producirse en un marco de estabilidad, el paso de Economía de Frontera y Emergente de la Argentina se dio con una caída de panel líder de BYMA del 2,3% (34.643,54 unidades).
Según reportó la bolsa porteña, los papeles que más perdieron fueron los de Banco Francés (-6%); Banco Macro (-4,3%); y Pampa Energía (-3,8%). Según especialistas, se registró una firme toma de ganancias, principalmente de fondos especulativos cortoplacistas producto de la inestabilidad electoral.
"Tal como se conoce el dicho de mercado ´se compra con el rumor, se vende con la noticia´, la baja de este martes corresponde en gran parte a la toma de beneficios de fondos especulativos de corto plazo que tomaron posición en activos argentinos tras la confirmación de ingreso al MSCI", explicó a ámbito.com Sergio Morales, presidente del Centro Latinoamericano de Inversiones (CELAI).
"Comenzaron a liquidar al efectivizarse el ingreso, y luego de acumular una ganancia estimada en dólares del 20% mensual, aproximado", subrayó Morales. La guerra comercial USA vs. China tampoco ayuda: "Hay movimientos previsibles, los inversores se cubren frente a los temores políticos internos y a las dudas que genera el conflicto comercial global entre chinos y estadounidenses", expresó un agente financiero de la banca privada al mencionado diario.
En tanto, un informe de Ficonomics puso el dedo en la llaga: “La probabilidad de impago de la deuda se potencia con las condiciones macroeconómicas actuales tanto global como localmente”. En este sentido, alertaron por un impacto "demasiado grande" en el mercado local si la FED finalmente retoca la tasa de interés: “Una salida de los bonistas sería complicada de sobrellevar, sumando el contexto recesivo en el que nos encontramos. Si, además, se considera que casi el 80% de la deuda se encuentra en moneda extranjera, el panorama se torna aún más complejo”.
El riesgo país tan alto (rozando los 1.000 pbs) es una muestra de esta debilidad: “Una de las principales consecuencias debido al incremento del riesgo país es el aumento en la desconfianza de los mercados internacionales, que a su vez podría generar la fuga de bonistas del mercado local hacia un mercado más confiable”.
En este sentido, justo en la recta final de la campaña electoral, descartan por completo una "lluvia de inversiones", por lo que el gobierno nacional debiera repensar su discurso. "A partir de ahora somos elegibles para los fondos que sólo pueden tener papeles de emergentes, lo que no quiere decir que ya se vuelquen todos a ingresar. Dependerá de las condiciones económicas del país y no estamos en el mejor momento para eso. En otro contexto podría haber una afluencia de dólares mayor; hoy, no veo hoy a nadie haciendo cola para comprar Argentina”, señaló el analista financiero Christian Buteler en diálogo para el diario BAE Negocios.
Es que la Argentina tiene todo a medio hacer. Así lo consideró el economista Carlos Melconián: "No están terminados de alinear los precios de la economía". En la entrevista, el economista remarcó que "la luz valía 10% de lo que tenía que valer. En 4 años no lo terminaste de alinear. El gas lo mismo y el boleto de colectivo también, porque el gasto público que te dejaron es infinanciable y lo tenés que arreglar. Dado que los dos primeros años se perdieron, estás a mitad de camino".
Y pidió terminar con el discurso de la "herencia recibida": "Hay agregarle los propios errores de mala praxis del macrismo, conocidos por todos". Las reservas del Banco Central comprometidas por el irresponsable endeudamiento que generó la Administración Cambiemos es el mayor problema. Según un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), "Argentina se enfrenta a una serie de circunstancias que justifican una reevaluación de las necesidades de financiamiento del país".
"El reto es doble: primero, la fuga de capitales doméstica es un punto de presión en el período previo a la elección; segundo, Argentina está apuntando a un ajuste fiscal en el rango superior de lo que lograron los programas anteriores del FMI, lo que aumenta el riesgo de implementación, incluso después de que la incertidumbre electoral se aclare".
En este marco, se espera "una fuga de capitales significativa" que haga saltar el tipo de cambio, aún en un contexto de fuerte ajuste, porque "los depósitos en moneda local del sector privado no son especialmente bajos en porcentajes del PBI".
Para cerrar, IIF arremete: "Existe una alta probabilidad de que las cantidades comprometidas por el FMI no sean suficientes para enfrentar la incertidumbre en el período previo a la elección y la dificultad inherente de hacer el ajuste fiscal en el rango superior de lo que solicitaron los programas del FMI".
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