jueves, 30 de mayo de 2019

PONEN EN DUDA QUE LAS MUERTES EN EL EVEREST HAYAN SIDO POR EMBOTELLAMIENTOS

INTERNACIONAL / NO ES TAN SENCILLO 



(U24) - Esta temporada de escalada del monte Everest ha sido una de las más fatales, con al menos 11 muertos en el intento de llegar a la cima o descendiendo en las últimas 2 semanas. Parte de estas muertes se le han adjudicado a embotellamientos que se dieron en el camino debido a un exceso de alpinistas. La teoría ahora está siendo cuestionada. 


Sin embargo, el Gobierno nepalí dijo el miércoles 29/5 que está considerando restringir aún más los permisos para la escalada, con el objetivo de evitar el acumulamiento de gente en la cumbre.

 Luanne Freer, médica de emergencias fundadora de Everest ER, cree que las muertes se deben exclusivamente a la altura a la que estuvieron expuestos los alpinistas, y no tendrían relación específica con los embotellamientos. La parte más peligrosa del Everest es el último tramo previo a la cumbre, donde los alpinistas deben llegar a alturas que rondan los 8.000 kilómetros sobre el nivel del mar.

Freer explicó a la revista Popular Science que se trata simplemente de una carrera contra el reloj: cualquiera que se mantenga a esa altura por mucho tiempo, muy probablemente muera. "El mal tiempo, la nieve, el terreno complicado, multitudes que impidan el ascenso o el descenso en una cuerda fija, o una herida menor -cualquier cosa que nos atrase- puede ser potencialmente mortal", dijo Freer.

 Para ponerlo en otros términos, por encima de los 5.400 kilómetros sobre el nivel del mar, uno empieza lentamente a morir, explicó Peter Hackett, profesor en el departamento de Ciencias Pulmonares de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, a Popular Science.

"Pero cuando superás los 7900 kilómetros, empezás a morir más rápido." El organismo puede empezar a fallar de diversas maneras a esa altura; algunos de los problemas más comunes se derivan de la escasez de oxígeno. Otra cosa que puede suceder es que el alpinista tenga algún tipo de arritmia que no conocía hasta ese momento, que haga que se le desencadene un problema en el corazón por la altura.

Hackett tiene sus reservas a la hora de llegar a conclusiones certeras sobre la causa de la gran cantidad de muertes esta temporada en el Everest. En el pasado, la mayoría de las personas que han muerto por problemas derivados de la falta de oxígeno estaban solas, explica Hackett. Cuando se hace la travesía en grupo, o rodeado de extraños, conseguir un poco de oxígeno no debería ser muy difícil (la mayoría de los alpinistas suben con tanques de oxígeno).

Por lo que no es probable que las largas colas en la cumbre sean la única causa detrás de las muertes. Lo que es más raro aún, la mayoría de los alpinistas que murieron lo hicieron mientras descendían, es decir, cuando se acercaban a zonas con más oxígeno, alejándose de la cumbre.

"El hecho de que muchas personas murieron en la bajada es realmente intrigante, porque el mal de altura no sucede en el descenso", dijo Hackett. Lo que es más probable, explica Popular Sience, es que más personas hayan muerto en el Everest porque más personas lo escalaron, lo que aumenta las probabilidades estadísticas de que personas que padecen enfermedades cardíacas sin saberlo hayan realizando la travesía.

 Sin autopsias, es muy muy difícil resolver el misterio detrás de estas muertes. Mientras tanto, otro fenómeno aterrador está teniendo lugar en la montaña, que se le adjudica al cambio climático. Allende las muertes que hubo esta temporada, por el calentamiento global, el Everest se está derritiendo, dejando expuestos los restos de decenas de alpinistas en la historia que nunca pudieron volver a casa.

"La nieve se está derritiendo y los cuerpos están apareciendo", dijo Kami Rita Sherpa, alpinista veterano y guía, al diario The New York Times. "Encontrar huesos se ha vuelto lo normal para nosotros." En las últimas temporadas, dicen los escaladores, se han topado con más cuerpos en las pendientes heladas. Gran parte de ellos están muy bien conservados, dadas las condiciones climáticas.

Tanto ellos como el Gobierno nepalí creen que es un resultado del calentamiento global, que hace que los glaciares de la montaña se derritan a gran velocidad. Gelje Sherpa, alpinista y guía, contó que cuando escaló el Everest por primera vez, en 2008, encontró 3 cuerpos. Durante una escalada reciente, vio el doble.

El Gobierno de Nepal se está debatiendo sobre qué hacer al respecto. Durante las últimas 6 décadas, alrededor de 300 alpinistas han muerto durante expediciones al Everest, la mayor parte debido a tormentas, caídas o malestar de altura. Y se cree que los cuerpos de alrededor de un tercio de ellos (100) todavía están enterrados allí.

La pregunta es si quitarlos o dejarlos en su sitio de muerte. Algunos alpinistas creen que los compañeros caídos deben ser dejados donde están, dado que ya se han vuelto parte de la montaña. Algunos han sido destrozados por avalanchas. Si se decidiera sacarlos de allí, sería una tarea muy riesgosa. Un cuerpo congelado puede pesar más de 130 kilos. Cargar ese peso podría poner en riesgo a los alpinistas encargados de hacerlo.

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