PANORAMA INTERNACIONAL
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - La organización terrorista Estado Islámico (EI) ha logrado sobrevivir a los bombardeos de la coalición internacional liderada por USA, y vencer cruentas batallas a los Ejércitos de Irak y Siria para hacerse con vastos territorios de estos países.
Lo que han conseguido hasta ahora los extremistas islámicos responde al uso de armas perfectamente definidas y al uso del terror para ganar una parte del territorio de Irak. En la lista, se definen 6 elementos que han usado los terroristas para imponerse: el control de los cursos de agua es la estrategia más poderosa de los islamistas.
Terroristas suicidas
A lo largo de su corta existencia, el Estado Islámico no ha tenido escasez de jóvenes musulmanes dispuestos a atarse un chaleco con explosivos o subirse en un coche bomba para estrellarlo contra su objetivo. Además, la legión de terroristas suicidas ha servido como una herramienta útil para infligir terror en los corazones de aquellos que apoyan a sus enemigos.
Armas químicas
Existen reportes de que la organización extremista cuenta con este tipo de armamento. En enero pasado los yihadistas llevaron a cabo un atentado con bombas de cloro en el norte de Irak contra fuerzas kurdas, el atentado falló, pero demostró cuán catastrófico puede ser este tipo de arsenal en manos del EI.
Artefactos explosivos improvisados
Son los mejores amigos de los insurgentes: son baratos y fáciles de fabricar. Pueden ser colocados en los lugares menos pensados e incluso pueden ser detonados a control remoto. El Estado Islámico ha utilizado estos explosivos con gran efecto en sus ofensivas contra las tropas iraquíes y sirias, pero también han servido como arma defensiva, que ha ayudado a frenar los avances enemigos.
Armamento pesado
Son muchas las organizaciones terroristas que operan en el mundo, pero el EI se distingue porque tiene acceso a armamento pesado de un Ejército nacional moderno. El grupo yihadista capturó un gran arsenal iraquí que había sido suministrado por EE.UU. Sin este armamento el grupo extremista no habría sido capaz de mantener su ofensiva y resistencia.
La brutalidad y el terror
El Estado Islámico, al igual que todos los movimientos terroristas, se basa en el miedo para controlar a la población que pasa a residir en el interior de su territorio, cuyo objetivo final es construir un califato islámico. Una de las tácticas para cimentar su control son las ejecuciones en masa, con lo que demuestra a las personas bajo su control de que todo acto de traición o resistencia será severamente castigado.
El agua
El agua se ha convertido en una de las armas más poderosas del ISIS, que concentra sus fuerzas en tomar el control de ríos y presas tanto en Siria como en Irak. La eficacia de esta arma se ha multiplicado ante la incapacidad de los países árabes para llegar a acuerdos sobre cómo gestionar los periodos de escasez.
El presidente del Consejo Árabe del Agua, Mahmud Abú Zeid, ha advertido de esta utilización por parte de los yihadistas.
“Es evidente que el ISIS está intentando hacerse con los recursos hídricos árabes”, ha afirmado en declaraciones al portal informativo y de análisis ‘Al Monitor’.
“El agua significa vida y la toma de estos recursos en los países árabes es muy grave, ya que supone un medio de presión inhumano”, ha argumentado Abú Zeid.
Las regiones de Siria e Irak bajo control del ISIS se abastecen fundamentalmente de los ríos Tigris y Éufrates, pero también hay un tercer actor implicado, Turquía, ya que las presas que controlan el caudal de estos dos ríos se encuentran en territorio turco.
El ISIS controla la mayoría del curso alto de los ríos Tigris y Éufrates, de los que dependen la agricultura, la industria y el abastecimiento del agua potable de todo Irak y de gran parte de Siria.
Por ello, Abú Zeid ha advertido de que el grupo yihadista podría provocar una grave crisis, mucho mayor que la ocasionada por el control del petróleo ya que “el agua es una cuestión de vida o muerte”.
De hecho, según un informe del Centro de Estudios del Oriente Próximo, con sede en Beirut, el propio ISIS considera que el control de ríos y presas es un arma más importante que el petróleo.
Un mapa publicado por el propio califato yihadista en julio de 2014 evidencia su intención de utilizar el agua como pie de playa para afianzar su control sobre nuevos territorios como Egipto, Etiopía o la región del Magreb.
El control de las fuentes del Nilo parece así fundamental para sus aspiraciones y la ‘baya’ o juramento de fidelidad del grupo nigeriano Boko Haram al califa del ISIS en marzo de 2015 podría ser una herramienta clave en este sentido.
Ante esta estrategia a gran escala del ISIS para hacerse con el control de los acuíferos sería necesaria una respuesta coordinada a nivel internacional. Hasta ahora, la única iniciativa similar es la puesta en marcha por la Liga Árabe en 2008 para fijar criterios sobre el uso y gestión del agua en periodos de crisis.
El proyecto ha alcanzado ya la fase definitiva, con un documento final ya redactado, pero son los propios Estados árabes los que plantean ahora reservas y dudas sobre lo pactado.
Abú Zeid ha explicado que la región árabe cuenta con menos del 7 por ciento de las reservas de agua dulce del mundo, y menos del 1 por ciento del agua de río, mientras que las lluvias están en torno al 2 por ciento de la media planetaria.
Además, más del 60 por ciento del agua que se utiliza en los países árabes procede de países no árabes. De ahí la importancia de este recurso.
“El agua árabe está en grave peligro por el agravamiento de los conflictos del agua y por lo limitado de los recursos de agua potable. Sin embargo, la población sigue creciendo y la comida es cada vez más escasa, por lo que podría haber hambrunas para 2025 si no hacemos un esfuerzo coordinado”, ha argumentado Abú Zeid.
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