POLÍTICA / EL ACUERDO CON LOS HOLDOUTS
Era un choque previsible. De un lado del imaginario ring montado en el Congreso se ubicaba el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay; y del otro, su antecesor, el exministro de Economía Axel Kicillof, en calidad de actual diputado de la Nación por el Frente para la Victoria.
El motivo del fuerte cruce es el acuerdo que el Gobierno de Mauricio Macri alcanzó con los holdouts que ganaron el juicio en Nueva York, principalmente con el fondo NML del magnate Paul Singer.
Prat-Gay fue a defender el acuerdo ante el plenario de comisiones en la Cámara de Diputados.
Kicillof representa al kirchnerismo duro, que ya adelantó su negativa siquiera a tratar la iniciativa.
De todos modos, fiel a su estilo confrontativo, el exministro -quien fracasó en las negociaciones con esos tenedores de bonos y condujo a la Argentina a un nuevo default- buscó incomodar a su sucesor con el discurso K.
“Todas las tapas de los diarios dicen: ‘Ganó Singer’”, dijo Kicillof, que reveló: “me hicieron ofertas mejores que esta, pero no estábamos con este apuro imperioso” para cerrar el litigio.
Sin embargo, Kicillof fue más crítico con el tema de los bancos que intervendrán en la operación: “vamos a tomar US$15.000 millones con bancos extranjeros, que han sido los que han prestado plata a Argentina tan generosamente que nos llevaron a este lío. Y estas comisiones que nos van a cobrar se están tratando de camuflar como si fueran una ventaja cuando no lo son”, protestó el diputado, que renglón seguido propuso que el país le pague a los "fondos buitres" con nuevos bonos y sin bancos intermediarios.
En otro orden, el exministro salió al cruce de Carlos Melconian, asesor macrista y actual titular del Banco Nación, quien llegó a afirmar: “Me opongo a que a estos fondos se los llame buitres. Son tipos que de buena voluntad compraron títulos para ahorrar".
Asimismo, Kicillof negó que el kirchnerismo tenga “responsabilidad” por el monto actual de la deuda con los buitres. “Si alguien no tiene responsabilidad en la cuestión del endeudamiento externo excesivo es el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner”, aseguró el economista, que aclaró: “acá hay unos fondos buitres, arreglado el FMI, el 93 por ciento de los bonitas, el Club de París y el CIADI” durante los gobiernos kirchneristas.
En cambio, responsabilizó por la cuestión de la deuda a “algunos funcionarios de este Gobierno como el que acabo de mencionar o el titular del Banco Central”, en alusión a Melconian y a Federico Struzenegger, que fue procesado por su participación en el megacanje de 2001, cuando secundó a Domingo Cavallo en el Ministerio de Economía.
De acuerdo a Parlamentario.com, Prat Gay le respondió sin alterarse, pero con frases picantes.
“La única negociación cerrada en tu gestión fue con el Club de París: te tomaste un avión y a las 48 horas le pagaste al 100% con todos los punitorios y no entró una sola inversión”, le enrostró el actual ministro a su antecesor como para desautorizarlo en el tema.
Y continuó: “Singer no sé si está festejando. El que sí esté festejando es (el CEO de Repsol, Antonio) Brufau con los bonos que recibió de Repsol (por la expropiación de sus acciones en YPF)”.
Más picante, Prat Gay afirmó que “Keynes jamás hubiera dejado pasar todos estos años sin arreglar”, atento a que Kicillof es experto en el trabajo del célebre economista inglés.
“(Las reservas) se la patinaban con los acreedores con el verso del desendeudamiento”, disparó el ministro de Macri en otro tramo de su discurso, mientras Kicillof lo escuchaba atento.
Además le dijo que “el cepo fue la consecuencia de no haber arreglado antes; de darle prioridad al bonista extranjero por sobre el laburante”.
Por último, Prat Gay dijo coincidir “con la caracterización de Axel de los buitres, pero la diferencia es que el Gobierno anterior les facilitó las cosas”.
Kicillof esperó que le dieran la palabra para responderle, pero no se la dieron porque ya había hablado.
"EVITAR EL PEOR AJUSTE"
Al presentar el proyecto de "normalización de la deuda pública", el ministro de Hacienda y Finanzas fue enfático a la hora de sostener que sin un acuerdon con los holdouts será imposible que la Argentina retome la senda del crecimiento.
Ante las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas, el funcionarios macrista reveló que la deuda en default es de US$18.800 millones, esto es, tres ves mes que el monto de la deuda original desde la cesación de pagos en 2002, durante el gobierno de Eduardo Duhalde.
Según Prat Gay, “el costo del paso del tiempo” fue que “estos 6.100 millones de dólares se han transformado, a través de los litigios, en una deuda 18.800 millones de dólares”.
No obstante, el ministro estimó que el Gobierno podrá lograr una quita de un total de 38 por ciento del capital y del 56 por ciento de los intereses.
“Es una cuestión de Estado. Si no resolvemos esto no estamos resolviendo algo que nos impide volver a crecer”, planteó el funcionario, cuyo plan es que se cierre el litigio con los holdouts para que el país vuelva a tomar deuda, y a una tasa baja, para financiar el déficit fiscal, entre otras cuestiones.
En este marco, Prat Gay reconoció que “para evitar el ajuste” necesitamos “acceso al crédito, también necesitamos revitalizar obras de infraestructura que no se han hecho en los últimos 20 años”.
Así, ratificó la intención del Gobierno de pagarle a los holdouts en efectivo pero no con reservas del Banco Central sino por medio de la toma de nueva deuda.
Atento a la quita mencionada, Prat Gay sostuvo que el Gobierno necesita emitir deuda por 11.684 millones de dólares para pagar la deuda en default. Sin embargo, aclaró que la intención oficial es que el crédito sea por 15.000 millones “para ser prudentes” y con el objetivo de financiar también “otros vencimientos” y el déficit fiscal.
El crédito se terminaría de pagar en 15 años, con una tasa cercana al tres por ciento anual, según precisó.
Para el ministro, de esta manera el país pasa de una “situación de agobio financiero por una totalmente diferente que nos permita ir adelante, financiarnos para evitar el peor ajuste que es el ajuste del gasto o financiamiento vía inflación, que ha sido la estrategia de los últimos años”, en alusión al kirchnerismo.
“Entendemos que esto es una gestión poco agradable pero que hay que hacer porque sin esto no volvemos a crecer”, concluyó Prat Gay.
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