José López revoleó bolsos con dólares por el tapial de un convento y en tribunales se golpeaba la cabeza clamando por una dosis de cocaína. Tanta locura -aunque hechos- contrasta con cierto orden que el ex-secretario de Obras Públicas de Néstor y Cristina Kirchner habría procurado para acomodar los malhabidos US$9 millones con los que fue sorprendido aquella madrugada en General Rodríguez.
Es que los chismes y rumores están a la orden del día en la hora más oscura del kirchnerismo, que trata de sacarse de encima el fardo apuntando por 1ra vez a uno de los suyos por corrupción, ese delito que los K sólo veían en estrategias de "la derecha" para "desestabilizar a movimientos populares".
La versión asegura que entre los 160 "bultos" con dinero que se le encontraron a López habría varios identificados con los nombres de distintos empresarios o de empresas. No trascendieron nombres de pila o corporativos, pero serían una media docena, al menos.
Pero aseguran que el tema tiene bastante inquietos a algunos integrantes de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), de trato asiduo con López por los contratos, millonarios siempre, de obras públicas.
La costumbre etiquetadora de López correspondería -dicen lenguas siempre malas, aunque no por eso mentirosas- a la presunta necesidad de tener bien identificado de dónde provenía tal o cual compilado de dólares, euros, yuanes, pesos o los más novedosos riyales qataríes.
Pero otro dato que alerta a los muchachos de la CAC, dicen, es si finalmente la justicia dispondrá establecer la trazabilidad del dinero hallado. Es decir, si determinará - a través de un procedimiento nada complicado, explican los sabios en el tema- de dónde salió y por dónde anduvo.
El "Club de la Obra" ya había quedado mal parado cuando el "arrepentido" Leonardo Fariña lo había involucrado con las maniobras de lavado de dinero proveniente de sobreprecios de emprendimientos públicos, gestionados por López y su jefe, Julio De Vido.
El ex de Karina Jelinek había nombrado entonces a Carlos Wagner, presidente de la CAC. López se negó este jueves a declarar ante el juez Daniel Rafecas, que lo citó a indagtoria en el marco de una causa por enriquecimiento ilícito.
Rafecas confirmó ante la prensa que dispuso el alojamiento del ex-funcionario en la cárcel de Ezeiza, del Servicio Penitenciario Federal.
El magistrado deberá resolver la situación procesal de López en el plazo de 10 días hábiles. Para el caso de un eventual procesamiento, deberá disponer el embargo de bienes correspondiente.
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