En medio de versiones que lo señalan como detrás de un aparato de Inteligencia que opera en contra del Gobierno, el exjefe del Ejército César Milani sorprendió este martes al revelar que está en la búsqueda de un "espacio político" que lo incluya, tal vez, en algún proyecto electoral.
Al ser consultado sobre su actualidad, Milani, que enfrenta causas por delitos de lesa humanidad, contó que además de avocarse a la actividad comercial (es socio de Guillermo Moreno en un emprendimiento gastronómico) está "fuertemente dedicado a buscar un espacio político donde pueda prestar servicio a mi patria, como lo he hecho en el Ejército".
Por otro lado, en diálogo con radio Del Plata, Milani rechazó acusaciones por presunto espionaje al asegurar que “es todo un relato infantil y absurdo”, y afirmó que se trata de “cortinas y bombas de humo” para “tapar los problemas internos” que, a su criterio, tiene la administración de Mauricio Macri.
"Yo tengo una vida transparente. Estoy en mi casa, en mi trabajo y con mis amigos. Yo no tengo contacto con nadie del servicio de inteligencia”, dijo Milani.
El exjefe del Ejército durante un tramo del gobierno de Cristina Fernández consideró que “algunos periodistas se han convertido en operadores de estas maniobras burdas” que lo vinculan con operaciones de inteligencia en contra del gobierno de Macri y consideró esas versiones “absurdas, inverosímiles y un relato infantil”.
"Están creando cortinas y bombas de humo. El problema está en el gobierno y en las instituciones; sacan cualquier cosa para tapar los problemas internos que tiene el gobierno en esta área sensible. Los únicos que tienen capacidad técnica para realizar este tipo de cuestiones son la ex Side o la AFI ahora", explicó Milani.
Al ser consultado sobre el plan para luchar contra el narcotráfico anunciado la semana pasada en Tecnópólis por el presidente Macri, Milani indicó que "es muy linda la intención, pero hay una falta total de un plan estratégico, una gran improvisación”, y consideró que “es producto de la falta de idoneidad en algunos ministerios y hasta involución en algunas áreas".
"Por la frontera norte entra el mayor porcentaje de estupefacientes por vía terrestre, y ahora han retirado al Ejército que estaba desplegado en la frontera norte. Hay una ausencia total del Estado en la frontera norte. Hacen falta fuerzas que patrullen constantemente", manifestó.
Para graficar la deficiencia, denunció que en la frontera norte, que es por donde ingresa la mayor parte de la droga al país, se retiraron a los 1.500 soldados que controlaban la zona. "Pensábamos llevarlo a 4.000. Ahora no hay capacidad de disuasión", agregó.
Para Milani, “habría que modificar la Ley de Defensa para que le permita al Ejército actuar en las zonas fronterizas” y de esta manera, el Ejército “podría actuar como apoyo a la Gendarmería en la frontera norte, no como presencia policial”.
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