LATINOAMÉRICA / EL DIÁLOGO EN VENEZUELA
Un dato que no es menor: nunca antes el Vaticano había reunido tantos especialistas sobre Venezuela.
Por un lado, Pietro Parolin, el secretario de Estado vaticano, fue previamente nuncio apostólico en Caracas.
Por otra parte, el nuevo superior general de la Compañía de Jesús ("Papa negro" le llaman a este cargo), Arturo Sosa Abascal, es venezolano, filósofo y politólogo.
El problema del diálogo iniciado en el Vaticano es la credibilidad de las promesas que hace el Gobierno de Nicolás Maduro, aunque reconoció Francisco Toro, fundador y editor del portal Caracas Chronicles, que a esta ronda de negociaciones le da cierto grado de credibilidad el hecho de que estén presentes representantes del Papa.
Sin embargo, alerta: desde el Gobierno venezolano “siempre pero siempre han hecho lo mismo: prometer cuando están arrinconados, para no cumplir luego cuando tienen más campo de acción. Lo que todos en Venezuela nos estamos preguntando es cómo el Vaticano puede influenciar para darle credibilidad a las promesas que se hagan en la mesa. Porque claro, prometer es gratis. Desde mi punto de vista, el gran problema es el control férreo y francamente grosero que tiene el partido de Gobierno sobre el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Es por ese control que es difícil creerle al gobierno. Porque cualquier cosa que prometan hoy, el TSJ puede deshacer mañana”, expresó Toro.
La dirigencia opositora le dio al Gobierno un ultimátum hasta el 11/11 para responder a sus peticiones. De lo contrario amenazaron con levantarse de la mesa.
Maduro les respondió: “El pasado domingo se instaló un proceso de paz que arrancó bastante bien, en los últimos días hay declaraciones de la MUD, no se puede pretender darle un ultimátum a los acuerdos y a la paz, así no fue conversado en la mesa.”
Y agregó que “es mentira que en 10 días se acaba una mesa de diálogo”.
Mientras tanto, en una posición más radical que la MUD, los jóvenes universitarios caraqueños marcharon el jueves para exigir a Maduro que respete la Constitución y permita una salida electoral a la crisis que vive el país.
LAS PETICIONES DE LA MUD
La MUD quiere una solución electoral: o que se reactive el revocatorio presidencial o que el país se encamine hacia elecciones a comienzos de 2017 (la próxima elección debería ser en diciembre de 2018 por calendario).
“Para nosotros el adelanto de las elecciones tiene que ser lo antes posible. Nuestra propuesta, que llevamos a la mesa, es la reactivación del referendo revocatorio o el adelanto de elecciones para el primer trimestre del año 2017”, dijo el líder Carlos Ocariz, rodeado por la mayoría de las figuras de la MUD.
Además de esto, la MUD está solicitando:
-Cronograma de liberación de presos políticos, que vuelvan los exiliados y el fin de la persecución política. (El Gobierno liberó a 5 presos políticos tras iniciadas las conversaciones en una señal de buena fe y compromiso con el diálogo, pero sin embargo Francisco Toro aseguró en el Caracas Chronicles que al mismo tiempo, nuevos arrestos estaban siendo hechos).
-La reinstitucionalización de los Poderes Públicos, principalmente el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE). Además, que el Poder Legislativo retome sus funciones. Esto incluye que se elimine el desacato declarado por el TSJ a la Asamblea Nacional.
-Que se atienda a las víctimas de la crisis humanitaria y se llegue a un acuerdo urgente para lograr abastecimiento de medicinas y alimentos. “Aquí también la acción del Gobierno niega sus posibilidades, pues ayer fue noticia que el 50 % del cargamento de tres toneladas de medicinas procedente de Chile que se envió en agosto -y desde entonces está retenido en el puerto venezolano de La Guaira- ya venció”, escribió Naky Soto, también del Caracas Chronicles.
Toro le había dicho a Urgente24 que en Venezuela hoy, “es una política de estado excluir de la distribución de alimentos en base a preferencias políticas.”
TORO: “LA MUD ESTÁ METIÉNDOSE EN UN CALLEJÓN SIN SALIDA”
“Yo creo que la MUD está metiéndose en un callejón sin salida, en la cual necesita que el Gobierno le haga un favor para no dividirse, y esto me preocupa enormemente”, dijo Toro a Urgente24.
“Ciertamente la MUD está bajo presiones sumamente intensas en este momento y si no logra metas muy importantes hay una amenaza clara de su división, pero eso no ha sucedido aún”, explicitó.
“Voluntad Popular (N de la R: el partido del preso político Leopoldo López) no se une al diálogo pero tampoco se ha ido de la Unidad, y todos los partidos han sido muy cuidadosos en subrayar este hecho.”
Con respecto a la actitud de Maduro, Toro considera que “si el gobierno es maquiavélico (lo es) e inteligente (no siempre, pero a veces), su estrategia es clara: dar unas pocas concesiones, suficientes para satisfacer a los más moderados pero no a los más radicales, y dejarlos que se maten entre ellos.”
Esta ha sido la mecánica que siempre han manejado y por eso los militantes opositores desconfían mucho de este diálogo.
“Entiendo que la MUD quiere al Vaticano en la negociación justamente para hacerle cortocircuito a este tipo de táctica divisionista del gobierno. Pero sí, creo que es muy grave ponerte en una situación en la que un adversario tan peligroso como lo es el chavismo es quien toma las decisiones sobre las que depende la unidad”, dijo Toro.
PARTE DEL PSUV QUIERE SALIR DE MADURO SIN ENTREGAR EL PODER AUTOPLAY
Encuestas obtenidas por el diario The New York Times aseguran que 4 de cada 5 venezolanos quieren a Maduro fuera del Gobierno. Venebarometro publicó en septiembre que la imagen de Maduro está muy deteriorada hasta entre los chavistas: 27% de ellos afirma que su gestión es negativa y solo el 22% cree que es positiva.
Toro explica que el chavismo vive la misma crisis que el resto del país, que en los cuarteles del ejército no alcanza la comida, y que dentro del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), el ala relativamente moderada considera que el Gobierno de Maduro ha sido una calamidad para Venezuela.
Es decir, son chavistas pero no maduristas; y lo que quieren es “una fórmula elegante para salir de Maduro sin entregar el poder”.
“Y dentro de las fuerzas armadas, creo que también… El asunto es que el nivel de corrupción y de narcotráfico en la cúpula, tanto civil como militar, crean mucha fricción a la hora de negociar una transición. Porque no se trata de perder el poder, se trata de perder la libertad”, explica Toro.
La crisis que se vive en el país hoy, según Toro, surge en gran parte porque “Maduro hereda el aparato gubernamental, pero no el carisma y no la devoción” del expresidente Hugo Chávez. En un proceso que asemeja al peronismo en Argentina, Chávez se ha constituido en una especie de figura sagrada.
La “sacralización de la figura de Chávez”, explica Toro no es meramente un decir ni tampoco es una exageración: “los santeros y practicantes del sincretismo afro-caribe han metido a Chávez en el panteón. Lo han convertido literalmente en una figura sagrada, le hacen rezos y rituales”, explica el politólogo.
Por eso, agrega Toro, desde la Ciencia Política el fenómeno del chavismo es más difícil de comprender que desde la Antropología.
LA INCURSIÓN DE LOS MILITARES EN POLÍTICA
“Una de las involuciones más graves que hemos sufrido estos años es la incursión de los militares en la política”, agrega. “No ‘ex-militares’ — entiéndase bien. Militares en uniforme, militares activos... de Gobernadores, Alcaldes, Ministros, vice-ministros, jefes de empresas del estado... A pesar de la prohibición expresa en la constitución contra este tipo de actividades”, explica Toro.
El artículo 328 de la Constitución venezolana dice que la Fuerza Armada Nacional “constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley.”
Sin embargo, argumenta Toro, a pesar de que eso dice la Constitución, esto “se viola abiertamente y todos los días al extremo absurdo de oír al Ministro de la Defensa, un militar activo, leer ese mismo artículo en un discurso en el que cierra coreando ‘¡Chávez vive! ¡Patria socialista o muerte!’”
Esto se explica así: para el chavismo, Hugo Chávez no constituye una parcialidad política.
“Funcionan bajo la premisa que Chávez, como una suerte de fundador metafísico de la república, no constituye una 'parcialidad política'... Chávez es como Bolívar, para el gobierno no es una parcialidad política sino una figura de unidad nacional (poco les importa que el 60% de la población hoy considera su legado fatal para el país...). Pero en eso se ha convertido Venezuela, una concatenación de interpretaciones tendenciosas... de reinvenciones del texto constitucional a conveniencia. A eso hemos llegado”, se lamenta Toro, quien además agregó a Urgente24 que los periodistas en Venezuela hoy viven con mucho temor.
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