"La Argentina se encuentra en emergencia lechera. Peligra la sostenibilidad de muchas empresas y empleos en la cadena de valor láctea, la cual, por sus características estructurales, tiene un costo de entrada muy elevado una vez que se sale de la misma", manifestó un reporte del sitio 'Valor Soja', que advierte que en 2017 seguirá en caída la producción láctea.
Además, agregó que "datos oficiales indican que la producción argentina de leche en 2016 fue de 9.711 millones de litros, una cifra 14,1% inferior a la de 2015 y la más baja desde 2007". De ahí que se habla de "emergencia lechera".
Según explica la situación se debió al "impacto combinado de un desastre climático (excesos hídricos en abril) con una crisis económica promovida por el régimen kirchnerista y agravada por la falta de políticas de mitigación de daños de la gestión macrista".
"La mala noticia es que en las últimas semanas se registraron lluvias torrenciales que volvieron a complicar la producción al destruir recursos forrajeros, caminos y confort de las vacas en zonas de alta productividad de las cuencas lecheras de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires", añadió.
Para 'Valor Soja', el resultado es que, tal como había ocurrido en mayo del año pasado, "las industrias lácteas están compitiendo fuerte por originar la escasa leche disponible en el mercado local".
"Algo que probablemente llevará el precio promedio de la liquidación del presente mes de enero a un valor cercano a $5,0 el litro versus una media de $4,71 el litro en diciembre pasado", dijo.
Ese movimiento alcista fue posteriormente trasladado a los consumidores: entre abril y diciembre de 2016, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la canasta de productos lácteos básicos en la ciudad de Buenos Aires registró un aumento promedio de precios de 24,5%.
El desastre climático ocurrido en abril de 2016 y enero de 2017 está presente en las regiones en las cuales se concentran las principales industrias lácteas exportadoras. Las cuales, si bien aún no cuentan con un tipo de cambio real adecuado, este año comenzarán a recibir reintegros para compensar parcialmente esa situación, que en el caso de la leche en polvo será del 3,0% del valor FOB (N.M: Free on Board) de la operación.
La cooperativa láctea SanCor difundió un comunicado, en este contexto, en el cual indicó que "el sector lechero en su conjunto viene atravesando la peor crisis de su historia" y que "para enfrentar este desafío, desde hace varios meses inició un proceso mediante el cual se pretende una solución definitiva a la situación, el cual se prevé que culminará en poco tiempo más".
Mientras tanto, "se generan situaciones indeseadas, producto de las tensiones que se presentan en el camino", aclaró. Según explicó y publicó esta mañana 'Página/12', SanCor explicó que en los últimos años "se verificó la conjunción de problemas económicos y productivos que golpean duramente el normal funcionamiento de la cadena".
Desde la firma cooperativa aseguran que la crisis afecta por igual tanto a productores como a industrias. Sin embargo, y pese a lo comunicado, Alejandro Sanmartino, subsecretario de Lechería, sostuvo que más allá de las inundaciones los buenos precios internacionales permiten pensar en positivo de cara a los próximos meses.
Sammartino consideró que más allá de la situación que enfrentan la lechería de Santa Fe y Córdoba, golpeadas por las inundaciones y que sustentó una fuerte caída en la producción de leche (que según datos privados rondaría el 12% anual), "creció el negocio (lácteo) y hay más expectativas que antes" ante la mejora que ofreció el valor de la materia prima.
En tanto, respecto a la situación dispar que enfrenta el sector tambero e industrial, Sammartino comentó que "hay que evitar que cierren tambos por problemas climáticos" y aseguró que para el resto "el desafío gubernamental es acompañar para que la actividad lechera sea atractiva, y con una dimensión tal que a los propios hijos de los tamberos les resulte de interés el trabajo".
"Las empresas lecheras que van a continuar son aquellas que tienen un proyecto a largo plazo", manifestó.
Consultado sobre la situación que exhiben muchas empresas lácteas, por caso la cooperativa Sancor, que avanzarían con la reestructuración de su actividad industrial, Sammartino comentó: "Son decisiones privadas. Si bien acompañamos financieramente a las empresas, no tenemos derecho a decirles que tienen que hacer" frente a los cambios que quieran instrumentar. Por ello y frente a las complicaciones que generaron las inundaciones en gran parte de las cuencas lecheras de Santa Fe y Córdoba, Sammartino aseguró que desde el gobierno nacional hay que "salir del tema urgencia, y trabajar sobre cuestiones estructurales que hagan del negocio lechero un sector de prosperidad y con futuro, con oportunidad para los jóvenes".
"Las inundaciones ofrecieron un doble golpe para muchos tambos (de Santa Fe y Córdoba), por las que tuvieron en abril y mayo (de 2016) y ahora nuevamente; eso desanima a cualquiera pero nuestra política referida a las inundaciones tiene que ver más en cuanto al clima que con lo que tiene que ver con el negocio", dijo.
Agregó que "en mayo de 2016, la compensación había que dársela a todos por que entendíamos que era un quebranto generalizado pero hoy entendemos que el precio está mucho mejor, va a seguir sostenido por un mercado interno que va a demandar leche y también por la demanda del mercado internacional".
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