Este nuevo software permite evitar los errores en las recetas médicas.
El programa funciona a través de big data, es decir, utiliza algoritmos que navegan entre los datos de personas que fueron al médico durante los últimos años. Los mismos realizan una comparación con recetas actuales y la computadora manda una alerta si se encuentran irregularidades.
La organización israelí Fuente Latina explicó en un comunicado que en Estados Unidos, los errores médicos por una mala prescripción provocan 220.000 muertes prematuras cada año.
La tecnología de MedAware podría significar una gran herramienta para disminuir los errores y equivocaciones.
El software fue analizado por la Harvard Medical School, que confirmó que con este desarrollo se pueden disminuir los errores en la prescripción y reducir los costos en las instituciones de salud.
Los investigadores de Harvard probaron el sofware con 800.000 pacientes en Estados Unidos y afirmaron: “Ha mostrado una eficacia superior a los prototipos anteriores que han utilizado la tecnología big data. Esta tecnología podría evitar costos innecesarios en personas y sistemas de salud”.
Otro gran problema en las recetas médicas es la letra, en muchos casos ilegible, de los médicos.
Por eso, en septiembre de 2016, la farmacéutica Danisa Guzmán hizo una petición en Change.org para obligar a los médicos a realizar recetas pre impresas y no manuscritas.
"En Argentina está permitido realizar la prescripción de medicamentos (receta) en forma manuscrita por parte del médico. Esta forma origina varios inconvenientes (pudiendo ser graves para la salud del paciente, además de originar pérdida de tiempo)", explicó en Change.org.
También, agregó que otro problema son los "datos erróneos de la obra social del paciente". Guzmán informa en su petición que, en varios países, las recetas se realizan en forma pre impresa, a través de una computadora, de manera obligatoria. De esta forma, conectan el sistema informático a "un software de vademecum e inclusive datos de la obra social del paciente".
Danisa Guzmán afirmó a Infobae: "Soy farmacéutica y todo el tiempo recibimos recetas mal escritas. No se pueden leer bien y generan la duda ante el paciente de si darle o no el medicamento. Hay un montón de recetas que están pre-impresas, como las de Pami, y en algunos países de Europa son obligatorias, también en Brasil. Está bueno concientizar a la gente y que no se la agarren con la persona que está detrás del mostrador porque a veces no se entiende lo escrito".
Y agregó: "La letra es lo más grave, porque si uno se equivoca se le da al paciente algo distinto y puede ser grave".
Tal como publicó Infobae, Rubén Sajem, presidente del Colegio de Farmacéuticos de la Ciudad, expuso que "en cuanto a la caligrafía, es sabido que ha ocasionado muchos trastornos y problemas porque a veces se le da al paciente una medicación equivocada; es muy común el problema".
"Se debe intentar una caligrafía entendible. Si el médico escribiera la receta con el debido cuidado, si se tomara el tiempo para hacerlo, se evitarían varios errores; si escribiera bien el genérico (mencionar el medicamento con el nombre científico y no por la marca del laboratorio), se evitarían problemas, porque cuando se receta marcas se presta a confusión porque hay muchas parecidas, pero distintas y puede haber contraindicaciones", agregó.
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