Mauricio Macri hablando por teléfono celular. |
El Gobierno nacional cree que la política de rebaja de los aranceles a las computadoras decretada el lunes pasado (20/2) del orden del 35% duplicará la producción actual y forzará una fuerte caída de los precios cuando entre en vigencia a partir del 1ro de abril próximo.
Sin embargo, otras medidas gubernamentales lograron bajar un 36% los precios en los últimos meses, pero a costa de la pérdida de empleos en el sector. Ahora llegaría el turno de los teléfonos celulares.
Volviendo al caso de las computadoras, el decreto publicado en el Boletín Oficial el lunes 20/2 fue leído con mucho detalle en Tierra del Fuego, donde sintieron alivio por la no inclusión de los celulares. Allí, se ensamblan los teléfonos y trabajan unas 12.000 personas.
Tras conocerse el decreto, el presidente de la firma Bangho Carlos Suaya, informó que la empresa despedirá en los próximos días a más de la mitad de los 800 empleados que tiene en el sector informático por el efecto de la medida oficial.
Las noticias no son alentadoras a futuro cuando entre en vigencia el decreto: Según los últimos datos de la Cámara de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca), que nuclea a las empresas del sector, hasta fines de enero la industria registraba más de 3000 puestos de trabajo perdidos, de los cuales una gran parte corresponde a empleados de "pymes artesanas de la computación".
Estiman que en los próximos meses podrían perderse otros 5.000 empleos en la actividad. A pesar de todas estas advertencias en el Gobierno nacional avanzan con la rebaja de los aranceles a los celulares, pero sin apuro. La idea sería que se implemente en el mediano plazo atendiendo la situación del sector y sin dejar cae r la producción.
Según indica hoy (22/2) el diario El Cronista, en el sector creen que la rebaja sería de entre 12% y 16%, y sostienen que, de ponerse en marcha, Brasil podría convertirse en un jugador con más peso en el país. Fuentes del Gobierno nacional le dijeron al matutino económico que la decisión de rebajar aranceles, cuando se estudie, se aplicará de manera diferente a la que se tomó en el caso del resto de los productos tecnológicos.
El proceso de implementación de una medida así será más extenso y se considerarán diferentes aspectos para evitar que la producción de industria nacional se desplome.
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