Foto: LA |
Claudia Vila viajaba en el colectivo Turbus que la madrugada del sábado volcó en Horcones. El accidente dejó 19 muertos y 22 heridos. Con el correr de las horas solo quedaron siete personas en los hospitales, entre ellos Claudia.
Según el descargo que hizo la familia de Vila en las redes sociales, la mujer no recibió atención médica en tiempo y forma, no tuvo apoyo de la empresa Turbus, ni del Gobierno y además le robaron sus pertenencias.
Por su parte, desde el Ministerio de Salud explicaron que se cumplió con el procedimiento de emergencia y los protocolos establecidos.
“Primero hicimos la evacuación del lugar del accidente al hospital de Uspallata, allí se clasificaron a los pacientes según el grado de complejidad y se determinaron los códigos”, explicó el subsecretario de Salud, Oscar Sagas.
Claudia ingresó al hospital Central en la madrugada y quedó en terapia desde el primer momento. Además, Sagas indicó: “A los pacientes hay que estabilizarlos en el lugar, aunque vengan en un móvil equipado como una terapia intensiva, hay tiempos que hay que respetarlos”.
EL DESCARGO COMPLETO
“El Viernes 22.15 Claudia Vila de 39 años emprendió un viaje que en su vida pudo imaginar cómo terminaría. El colectivo con destino a Santiago de Chile, de la empresa Tur Bus, no dejó a Claudia en su destino sino que después de un vuelco despertó de su profundo sueño aturdida de gritos desgarradores, boca abajo y sin poder mover su cuerpo. Varias horas pasaron desde que ella pudo recibir atención médica.
Ya eran las 7 de la mañana cuando arribó a un destino muy diferente, el Hospital Central de la Ciudad de Mendoza. Allí su mamá Rosa la esperaba impaciente después de escuchar a las 5 de la mañana su nombre, en el noticiero local. La mayor tragedia vial de los Mendocinos le cobró a Claudia no su vida, pero si la posibilidad de mover su cuerpo.
La familia de Claudia y ella esperan una respuesta de la empresa Tur Bus o de alguien del Gobierno de la provincia que se acerque a dar una respuesta, algo muy difícil de conseguir cuando al intentar hacerlo telefónicamente cuelgan los teléfonos.
Las víctimas de la tragedia también sufrieron el robo de sus pertenencias. ¿Hasta dónde es natural la imprudencia a la que estamos acostumbrados a pasar por alto? Justicia por las víctimas, que no quede impune ni uno de los responsables.” (http://losandes.com.ar)
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