Ya era de madrugada cuando la maestra de 52 años, Sandra Judith Viviano, llegaba junto al menor de sus tres hijos en su camioneta Renault Duster gris a su casa en la calle Directorio al 500 de Haedo. Le pegaron un tiro en la nuca.
Los delincuentes que la asesinaron también iban en auto y, aunque no se determinó todavía si dispararon porque la mujer se negó a bajarse del suyo o si se resistió a que entraran a su propiedad, fue un solo tiro que la mató en el acto y ellos escaparon después, sin robarle nada.
Apenas habían pasado minutos cuando a 20 cuadras del lugar del crimen la policía recibió un alerta por el robo de otro auto.
Era la misma banda, tres sospechosos de 20, 24 y 38 años y la novia de uno de ellos, que fueron detenidos finalmente en Ciudadela. También les secuestraron un revólver calibre 38, cinco balas, una vaina servida y una remera azul.
Los investigadores esperaban los resultados de las pericias para saber si el cartucho encontrado pertenece al proyectil que terminó con la vida de Judith, además del análisis de las cámaras de seguridad y el reconocimiento de los testigos. (TN)
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