MACRI / BASAVILBASO |
Tras el escándalo de ayer (15/02) en el Congreso cuando se conoció el cambio en el cálculo del aumento de los haberes jubilatorios, el titular de la ANSES, Emilio Basavilbaso, quedó en el centro de la polémica.
De hecho, la diputada nacional de la Coalición Cívica y aliada de Cambiemos Elisa Carrió, pidió su cabeza: anticipó que si "es cierta" una resolución de la Anses por la que se modifica el cálculo de la movilidad jubilatoria pediría la renuncia del titular de ese organismo.
Basavilbaso se reunió esta mañana con algunos diputados que fueron hasta la sede de Anses a reclamar por los cambios propuestos por el Gobierno. "Estoy comprometido a explicar la resolución las veces que sea necesario", sostuvo el funcionario.
Y dijo que "el presidente Mauricio Macri se comprometió a revisar la modificación" en el cálculo de los ajustes previsionales y que paralelamente se buscarán consensos entre todas las fuerzas políticas sobre la fórmula más conveniente a aplicar, aunque atribuyó la reacción opositora a "una mezcla de chicanas y mala información".
"La reunión fue positiva, nos comprometimos a revisar la medida y luego informar la decisión final", dijo sobre el encuentro. Consultado sobre las repercusiones políticas del cambio en el cálculo del ajuste previsional, que ayer fue duramente criticado en el Congreso, Basavilbaso lo atribuyó a "una mezcla de chicanas y mala información.
Si renunciará o no Basavilbaso aún es una incógnita, pero lo cierto es que saldrá muy golpeado de este escándalo. Sin embargo, no es la única polémica que ha debido enfrentar en su desempeño en el cargo. Recordemos que antes de ser designado como titular de la Anses, se desempeñaba como presidente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buen os Aires. Y a partir de ser electo Presidente, Macri lo nombró al frente de dicho cargo, dándole la responsabilidad de administrar la principal "caja" del Estado nacional, equivalente a casi el 40% del presupuesto.
Sin dudas, un puesto muy importante. Tras este notable ascenso, llegaron las polémicas, siendo el reciente escándalo por la modificación en el cálculo del aumento de los haberes jubilatorios la gota que podría rebasar el vaso.
Meses atrás, Basavilbaso sufrió (¿o motivó?) la salida de Luis María Blaquier, que en diciembre pasado dejó su cargo como director del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Seguridad Social (ANSeS), agumentando oficialmente "razones personales", aunque su dimisión generó algunas suspicacias.
Poco antes de su salida, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad -que es desde donde se gestionan las acciones que el Estado tiene en muchas empresas privadas- había realizado una polémica venta de su participación de 12% en Petrobras Argentina y embolsó US$156 millones, luego de una Oferta Pública de Adquisición (OPA) realizada por Pampa Energía, operatoria que se encuentra en entredicho hasta judicial por denuncias varias.
En la ANSeS prefirieron aceptar la OPA y hacerse del dinero en lugar de intercambiar las acciones de Petrobras Argentina por más participación en Pampa Energía, en donde ya tiene 18% del paquete accionario y 4 directores.
Si hubiera intercambiado papeles, podría haber subido su participación al 23%, y por cierto que según se dice en la Bolsa, la integración vertical de Pampa Energía puede convertirla en una buena opción.
Aseguran que en esta operación de venta de su cartera de acciones el FGS ha perjudicado el patrimonio de los jubilados argentinos en una cifra que oscila aproximadamente entre los US$70 millones a US$150 millones.
Publicó en ese momento la web La Política Online que "Blaquier se hartó de no poder ejercer su expertise que consiste en la operación en el mercado, oficio en el que se destacó junto a su socio Mario Quintana (...)
Blaquier viajó a Nueva York para explorar la posibilidad de vendar la participación de la Anses en más de 46 empresas -una operación de gran calado-, pero restricciones políticas fueron diluyendo esa aventura, que terminó reducida a algunos favores puntuales, como la reciente venta de los papeles de Petrobras a Marcelo Mindlin.
Sin embargo, la moratoria jubilatoria más pago de sentencias que tuvo que conceder el Gobierno a la oposición para que le aprueben el blanqueo –según el diseño de la norma que hizo el propio Quintana-, comprometió al límite los recursos del FGS para el año que viene.
'No se quiso quedar pagando jubilaciones y se fue a trabajar a un fondo privado', reveló a LPO una fuente al tanto de la renuncia del sobrino del dueño de Ledesma. (...)".
Lo cierto es que fue una baja que sufrió en carne propia Basavilbaso, y no sin polémica. Además, las malas lenguas tildaban de difícil convivencia la del jefe de ANSeS y del yuppy norteño que operaba el FGS, que culminaron con su salida.
Tal como el nombre del reemplazante, Juan Martín Monge, figura en la agenda íntima de Basavilbaso, no sería tan difícil inferir quién salió ganando.
También hubo polémica por el acuerdo con Qatar. De hecho, el diputado del FpV y vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, Guillermo Carmona, y otros legisladores opositores presentaron una nota a la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja para que se cite a la canciller Susana Malcorra y al titular de la Anses para que expliquen el contenido del acuerdo.
"Lo escandaloso es que se hace con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, o sea, la plata de los jubilados. Y metiéndolo en un esquema de timba financiera internacional”, lanzó entonces Carmona.
Otra de las polémicas en que se vio involucrado como titular de la Anses -polémica menor, pero polémica al fin- fue la resolución firmada por Marcos Peña, por la cual se dispuso usar la base de datos de Anses para diseñar las estrategias de comunicación del Gobierno nacional.
Desde la oposición, desde sectores de izquierda pasando por el kirchnerismo y el massismo, salieron a denunciar un intento de utilizar los datos personales de los jubilados para hacer propaganda política.
"No vamos a usar información sensible y no se va a espiar a nadie", aseguró Peña tras las críticas. Y Basavilbaso hizo lo propio, al defender la medida: precisó que la entrega de información confidencial “está contemplada en la ley” y los tres datos que entregará el organismo serán "el teléfono, el correo electrónico y puede ser la dirección".
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