Más allá del escándalo que se desató porque Mauricio Macri decidió modificar una ley por decreto (aunque ahora desde el Gobierno aseguran que "revisarán" los cambios en el cálculo de la movilidad jubilatoria, que significaba una reducción en los haberes de los abuelos) hay un dato que resulta alarmante: la jubilación mínima apenas cubre menos de la mitad de la Canasta Básica de los Jubilados.
El gobierno anunció ayer un aumento del 12,65% en la jubilación mínima que la llevaría a partir del marzo a $6.377.
Por la Ley de movilidad jubilatoria, se deben producir dos incrementos anuales, por lo que el aumento anterior se produjo en septiembre del 2016, con 14,16%. Sin embargo, entre marzo y septiembre de ese año la inflación de la Canasta Básica fue del 21%, por lo que sólo durante ese semestre la caída del poder adquisitivo de los jubilados que cobran la mínima estuvo en el orden de 7 puntos.
El aumento que se anuncia para marzo –que incluye una modificación por decreto del cálculo contemplado en la ley de movilidad sancionada en 2009 por el Congreso- lejos está de recuperar este desfasaje entre las necesidades básicas de los jubilados y las retribuciones que reciben, según informa el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci).
En septiembre de 2016 la canasta básica de los jubilados estaba en el orden de los $12.500, y la mínima (que cobran el 70% de ellos), ascendía a $5.661, o sea menos de la mitad de lo que necesitan.
Para el próximo marzo esa Canasta Básica estará aproximadamente en $14.500, y la retribución mínima en $6.377. Durante todo el período considerado los incrementos en la jubilación mínima estuvieron por debajo la inflación, mientras no dejó de ampliarse la brecha entro los ingresos y los gastos indispensables de los jubilados. La “reparación histórica” está cada vez lejos de la realidad, finaliza Isepci.
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