SOCIEDAD / SE SIGUE SUMANDO...
Lo acusan de abusar de varias mujeres cuando tenían entre 6 y 12 años. Estuvo detenido unas horas y lo dejaron en libertad.
Cuando las denuncias por violación lo empezaron a acorralar Carlos Daniel Elizalde no se detuvo y tampoco se escondió. Todo lo contrario. Decidió hostigar y amenazar a sus víctimas hasta que, después de haber pasado detenido unas horas en la comisaría de Brandsen, atacó con un bate de béisbol a los padres de una de ellas y los mandó al hospital.
Aunque se cree que los abusos ya fueron al menos diez, fueron tres las mujeres que se animaron a hablar.
Samanta Nagode, Romina Llanos y Paola Albarracín no se conocían entre ellas. Lo único que tenían en común era haberse criado en el mismo barrio, hasta que se cruzaron con él.
Tenían entonces entre 6 y 12 años.
Según la denuncia el modus operadi del violador era repetido en todos los casos. Siempre conocía a su víctima, con quien lo unía un vínculo familiar o de amistad, a todas las atacó a la misma edad y las silenció después, con amenazas.
Fue en una de las tantas denuncias que fueron a presentar en su contra que Elizalde agredió a Gabriela de Gaetano y Sergio Nagode, los padres de Samanta.
Ella terminó con un traumatismo severo de cráneo que la dejó 24 horas inconsciente y todavía permanece internada en el hospital y su esposo, aunque con heridas menos graves, también tuvo que ser asistido porque sufrió "mareos y desvaríos".
El fiscal Mariano Sibuet lo indagó por el delito de “homicidio calificado en grado de tentativa” y pidió que siguiera detenido, pero el juez platense Fernando Mateos no estuvo de acuerdo y lo liberó.
Sus vecinos reclaman justicia y que esté preso, por eso se manifestaron anoche frente a la comisaría y a metros de la plaza donde el acusado trabaja.
“No sabemos cuántos casos hubo. No sabemos si siguen pasando”, manifestaron al diario El Día de La Plata y advirtieron: “Es un violador que le vende pochoclos a los chicos”. (TN)
No hay comentarios:
Publicar un comentario