SOCIEDAD / PEDOFILIA
(T) - “Enviamos a Interpol las actuaciones y pruebas que comprueban que estas personas junto al resto de los investigados está delinquiendo, e Interpol comunicó a la policía argentina el requisito de investigar a los involucrados y designó un inspector que investiga el hecho en Argentina y comunica los avances directamente a Interpol”, indicó Ángel Sánchez, inspector de Protección al Menor de la Unidad de Investigación Tecnológica del cuerpo de la Policía del país europeo, en diálogo con Télam.
Los 11 argentinos “se hallan en proceso judicial y están siendo investigados aunque ellos no lo saben”, agregó el inspector, que desestimó que alguno esté radicado en España.
La investigación española apuntó contra 96 grupos de temática pedófila en WhatsApp y tiene en la mira a 135 usuarios ubicados en 18 países de Europa, Centroamérica y Sudamérica, entre los cuales 17 personas procedentes de España, nueve de Alemania, 11 de Argentina, 20 de Brasil, cuatro de Italia, 28 de México, y 19 de Perú, entre otros.
Un total de 32 personas fueron arrestadas y se esperan nuevas detenciones, según fuentes de la investigación de la Policía Nacional de España, que coordinan la Oficina de la Policía Europea (Europol) y la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Sánchez dijo que “aún el juez (del caso) no ha autorizado el análisis del material pero será de inmediato y recién allí podremos identificar más datos y contar con más información sobre las víctimas”, que son niños y niñas de entre 0 y 8 años.
La operación, que comenzó en junio de 2016, incautó más de 360.000 archivos multimedia que involucraron a los detenidos, contó Sánchez.
“Efectivamente actuaron Europol e Interpol y fueron estas entidades quienes se encargaron de remitir a cada país el caso, con todas las pruebas obtenidas al momento para que se instruya la investigación y los respectivos procesos judiciales”, dijo el funcionario.
La investigación que impulsó la Unidad de Investigación Tecnológica de la policía española “se llevó a cabo a raíz de la detección de un enlace en la red TOR (The Onion Router) -conjunto de servidores que permite el anonimato de la IP de los usuarios- , que invitaba a participar en un grupo de chat para intercambiar pornografía infantil”, explicó.
Tras detectar el enlace, "hicimos el seguimiento y nos introducimos en el grupo de chat de WhatsApp como usuarios activos con el objeto de identificar a los usuarios y al material porno infantil”, reveló el inspector a Télam.
“Esta URL redirigía a un repositorio en el cual se facilitaban las instrucciones de acceso, a través de redes anónimas, a una comunidad de pedófilos existente en un servicio de mensajería instantánea.
Con las primeras gestiones se detectó la existencia de un número elevado de enlaces de invitación a grupos ubicados en WhatsApp, abiertos a todos los usuarios”, agregó.
Sánchez contó que se encuentran detenidos los creadores, administradores y distribuidores de la pornografía infantil que se intercambiaba a través de ese grupo, pero advirtió que "seguimos investigando y esperamos que se conozcan más hechos” en las próximas horas.
“En principio lo que pudimos hacer es comunicarle a WhatsApp acerca de este grupo, pero no ir más allá porque la empresa tiene un criterio de defender la privacidad de los mensajes encriptados de sus usuarios", aseguró.
Lo que sí verificaron los investigadores españoles es que en esos chats se intercambiaban todo tipo de archivos multimedia con contenidos vinculados a la explotación sexual infantil, y que en muchos se incluían enlaces de descarga al espacio virtual que los alojaba.
Además, los administradores habían establecido criterios para la admisión y expulsión de sus miembros, así como la moderación de los contenidos accesibles, y utilizaban una terminología especifica habitual en ambientes pedófilos.
Para la identificación de los sospechosos y la salvaguarda de las pruebas se acordó una actuación conjunta en el marco de Europol, para lo cual se estableció un canal de comunicación bidireccional con los responsables de las unidades de delitos tecnológicos en Alemania, Italia y Portugal.
A través de Interpol se coordinó la actuación con doce países de Centroamérica y Sudamérica –Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay y Perú.
“Concretamente en España, se efectuaron 19 registros domiciliarios en los que se ha intervenido 23 teléfonos móviles, siete ordenadores portátiles, una tablet, tres cámaras de fotos, diez discos duros externos, diez pendrives, nueve tarjetas SD de gran capacidad de almacenamiento y 64 DVD”, precisó Sánchez.
Informe: Hebe Schmidt
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