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El día de la votación de la Reforma Previsional comenzó con la explosión de una camioneta en las cercanías del Congreso de la Nación, muy cerca también de la sede de la AMIA que sufrió el atentado terrorista en 1994.
Aún a pesar del fuerte operativo de seguridad en el Parlamento, no hay precisiones del estallido de la trafic blanca en la madrugada de este jueves (14/10).
El Congreso amaneció blindado y sus alrededores con un caos de tránsito por los desvíos, a la espera de los manifestantes que se congregarán a partir de las 14 cuando comience el debate en el recinto.
Dentro del Congreso, la gran incógnita es si Cambiemos tiene los votos para sancionar la reforma jubilatoria. Todo indica que no están garantizados los 129 diputados (cuenta con 106 propios más una veintena de aliados) para abrir la sesión especial convocada por el oficialismo, luego, si logran iniciar el debate deberán asegurarse de tener la mitad más uno de los votos.
La clave está en los bloques peronistas que responden a los gobernadores que acordaron la Reforma Tributaria, la que se tratará en segundo lugar después de que queda sancionada la previsional, una manera también de atar a los gobernadores y por añadidura a sus legisladores.
En el oficialismo manejan la alternativa de las ‘ausencias’. Buscan asegurar que los diputados peronistas no convencidos al menos faciliten el quórum para abrir la sesión y si después no están dispuestos a votar a favor que se retiren del recinto a fin de facilitar el cálculo de la mitad más uno de los presentes.
Es un juego peligroso. Del lado del kirchnerismo aseguran que tienen 129 en contra de la reforma, pero tampoco aseguran ese número ni si se plasmará en el recinto.
Será un largo día con negociaciones contrarreloj y sobre la marcha...
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