Ex jefe de la Armada, Marcelo Srur. |
(U24) - Aunque resulte inverosímil, hay decisiones del Ejecutivo Nacional que no son consecuencia de las directrices de la diputada nacional Elisa Carrió, la Presidente en las sombras. El presidente visible Mauricio Macri pidió el pase a retiro del jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur, al cumplirse un mes de la desaparición del submarino ARA San Juan.
Según la agencia Noticias Argentinas, el desplazamiento de Srur es por la desaparición del submarino ARA San Juan, y luego de un clima más que tenso que había entre Srur y algunos integrantes de la Armada con el Gobierno nacional.
Horas antes -invocando cuestiones "personales"- habían pedido el retiro el contraalmirante Eduardo Luis Malchiodi, jefe de Mantenimiento y Arsenales; el contraalmirante Gustavo Vignale, comandante de la Aviación Naval; el contraalmirante Rafael Gerardo Prieto, comandante de la Flota de Mar; y el contraalmirante Bernardo Noziglia, comandante de la Infantería de Marina.
Ya habían sido suspendidos el contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, comandante en Adiestramiento y Alineamiento; y el capitán de navío Claudio Javier Villamide, comandante de la Fuerza de Submarinos.
Uno de los cuestionamientos del Gobierno a Srur fue que demoró en brindar información sobre un reporte secreto de la cúpula de la Armada tipeado en Mar del Plata y recibido en Puerto Belgrano. A las 8:52 del 15/11/2017, en ese reporte, el primero que sintetizaba la tragedia del ARA San Juan, se podía leer: "Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N°3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de baterías. Baterías de proa fuera de servicio. Al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal mantendré informado"
LA SITUACIÓN
A 1 mes de la tragedia del submarino ARA San Juan, la Armada descartó 3 nuevas pistas; los familiares de los tripulantes convocaron a la ciudadanía a manifestarse “pacíficamente y sin banderas políticas” en todas las plazas del país para reclamar que continúen las tareas de búsqueda del submarino; y comenzaron a trascender detalles de la durísima interna de la Fuerza militar.
Y la Armada subrayó que es “la principal interesada en encontrar al submarino para poder determinar los motivos y las causas que lo llevaron a esa situación y así prevenir futuros accidentes”.
No obstante, se conoció el contenido de un documento que circuló en la fuerza marítima, en el que se señala que “la sanción impuesta está basada en una serie de hechos y eventos que, parcialmente reseñados, no describen el verdadero estado de funcionamiento del submarino San Juan y a la realidad de los hechos en torno a su búsqueda, tal cual surgen de una serie de constancias documentales oficiales que la resolución deliberadamente omitió de mencionar y evaluar.
Las conclusiones de la resolución son, así, falsas porque parten de supuestos igualmente falsos o de información parcial, seleccionada tendenciosamente”. Ese documento también señala que “la resolución se adoptó, además, sin haber cumplido con ninguno de los procedimientos e instancias previstos en la normativa vigente para la elucidación de las responsabilidades que se pretendía llevar a cabo. No existieron consultas a los comandantes operativos u organismos técnicos, ni investigaciones previas en el marco de procedimiento alguno”.
“Ninguno de los comandantes operativos -apunta el documento- está dispuesto a convalidar una decisión que no cumplió con los reglamentos y procedimientos vigentes ni, mucho menos, pretenda imponer conclusiones falsas que disimulen la verdad de lo que ocurrió”.
ALEMANES
La empresa alemana Ferrostaal informó que, por motivos de ahorro, la Armada Argentina decidió no adquirir nuevas baterías sino renovar las celdas de baterías en la reparación de media vida que le realizó al submarino ARA San Juan, entre 2007 y 2014.
Ferrostaal, proveedora de servicios industriales, difundió un comunicado, a pocas horas de cumplirse un mes del último contacto del submarino, cuya búsqueda continúa en aguas del Atlántico Sur.
Según señalaron, la compañía firmó en 2005 un contrato con la Armada para proveer repuestos y soporte técnico de las baterías, en el marco de la reparación de media vida que se le realizó al sumergible entre diciembre de 2008 y junio de 2014.
En el comunicado se aclaró que el proveedor y socio contractual de la Armada fue la empresa alemana Hawker GmbH, que ya había sido la proveedora de las baterías durante la construcción del submarino, en Alemania, en 1983, en los astilleros de Thyssen.
"Para ahorrar costos en el pedido de la Armada las baterías no iban a ser reemplazadas por completo, solo las celdas individuales. El recambio fue realizado por la Armada argentina en el astillero Tandanor", indicó Ferrostaal.
La compañía agregó que conoció las versiones sobre las sospechas de corrupción y de defectos de calidad de los componentes de las baterías suministradas desde Alemania a través de la información difundida por los medios argentinos después de la desaparición del submarino.
"Ferrostaal GmbH no tiene ningún indicio de irregularidades en relación con la conclusión, adjudicación y ejecución de la orden de entrega. Además, no tenemos ningún indicio de que Hawker GmbH haya entregado productos de menor calidad en virtud del contrato, cuando trabajó en la construcción del submarino", subrayó la compañía.
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