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| Las encuestas fallaron en predecir los resultados en la primera vuelta electoral. De cara al balotaje, arrojan empate técnico. REUTERS/Ivan Alvarado |
(U24) - El 17/12 vota Chile. En balotaje, se disputan la presidencia el exmandatario, Sebastián Piñera, de Chile Vamos, y el senador de Nueva Mayoría (oficialista), Alejandro Guillier. Las últimas encuestas ubican a Piñera, de centroderecha, alrededor de 2 puntos porcentuales por encima de Guillier, de la centroizquierda.
Al estar estas cifras dentro del margen de error, las consultoras colocan a los candidatos en empate técnico: será una reñida elección.
Tiempo atrás, las encuestas otorgaban una amplia ventaja a Piñera en la primera vuelta (le daban en promedio el 45% de los votos) y una ventaja holgada en la segunda vuelta. "La idea era obtener la mayor cantidad de votos que había dejado el derrumbe de Nueva Mayoría —la alianza oficialista de centroizquierda—, diluida entre dos candidaturas, las del independiente Alejandro Guillier y la de Carolina Goic, de la democracia cristiana", explica Sylvia Colombo del diario The New York Times.
A eso se lo sumó el surgimiento de una alternativa de izquierda, en oposición a Bachelet: el Frente Amplio. Pero las encuestas fallaron: Piñera obtuvo el 36,6% de los votos (por debajo de lo esperado), Guillier el 22,7% y Beatriz Sánchez, del Frente Amplio, sacó el 20%. Piñera se vio entonces obligado a recalcular.
Es que si bien el Frente Amplio como tal no ha llamado a votar por Guillier, en las últimas semanas sus principales figuras sí lo fueron haciendo, incluida su líder Beatriz Sánchez -apoyos clave para el candidato oficialista-.
Colombo explica que Piñera, quien inicialmente se había presentado como un candidato menos conservador y más moderado de lo que suele ser (más al centro que a la centroderecha), pensando que tenía la elección asegurada, comenzó poco después del 19/11 a acercarse a los "derechistas purasangre”, ya que había dejado "el flanco derecho desguarnecido".
Uno de ellos es el populista Manuel José Ossandón y el otro es José Antonio Kast, quien reivindica a Augusto Pinochet y obtuvo el 7,9% en la primera vuelta.
En caso de un triunfo de Piñera, advierte el Times, "tendrá que hacer concesiones a estos dos aliados y deberá calibrar cada paso con mucho cuidado, porque podría tener lo peor de los dos mundos: un populismo de derechas, influido por Ossandón, combinado con los valores retrógrados y el impulso a la línea dura de Kast."
Los comicios del domingo, según dijo el director del Centro de Análisis de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, al diario boliviano La Razón, están rodeados de "uno de los mayores grados de incertidumbre desde el retorno de la democracia".
Después del fracaso de los sondeos en la primera vuelta, los chilenos "prácticamente no cuentan con información creíble o confiable de las encuestas de opinión que permitan pronosticar el resultado", indicó el analista.
El diario destaca que, de cualquier manera, gane quien gane el domingo, no tendrá mayoría en el Congreso, debido a que en las elecciones parlamentarias que se hicieron en paralelo a la primera vuelta, debutó un nuevo sistema proporcional de elección, que dejó una configuración totalmente fragmentada.
"Sea quien sea el presidente tendrá un Congreso en minoría y necesitará hacer coaliciones" con otros grupos parlamentarios, dijo Rodrigo Osorio, cientista político de la Universidad de Santiago a La Razón.
En ese sentido, agregó, Guillier la tendría más fácil que Piñera. Por otro lado, apuntó a la participación como el factor clave de la elección, que, según él, "va depender de la cantidad de personas que acudan a votar".
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