AMÉRICA LATINA / DIARIO DE CARACAS
(U24) - CARACAS. Los funerales en Venezuela ya no pueden ser costeados por la mayoría de los venezolanos, puesto que la hiperinflación hace de la suya y los precios de los mismos suben “como la espuma”.
Morirse se ha convertido “en un calvario” tanto para el difunto como para la familia, debido a la cantidad de trámites que deben realizarse para certificar la defunción, así como los gastos que ameritan el velatorio.
“Se ha convertido un dolor de cabeza. No solo debemos lidiar con la pérdida de nuestro familiar, sino que debemos hacer magia para conseguir el dinero si queremos cumplir”, dijo Wilfredo González, pariente de un difunto.
El velatorio costó 47 millones de bolívares, (lo que equivale a US$ 203,16 calculado al mercado paralelo, 1 dólar por 231.334 bolívares).
“Tuvimos que vender algunas cosas, pedir prestado a amigos y familiares, porque no podíamos cubrir el costo completo. Había la opción de velar el cuerpo en un cajón de cartón, pero no nos pareció digno”, sumó.
El servicio que ofreció la funeraria incluyó traslado desde la casa hacia la capilla, arreglo del cadáver, una urna de metal, café y agua y un día de velatorio.
También hay otros precios del servicio, la diferencia está en que el féretro está hecho en madera MDF. Los costos son 32 millones de bolívares (US$ 138,32) y 37 millones de bolívares (US$ 159,94).
“Antes ofrecía hasta consomé (sopa) para los asistentes, pero ya no lo dan por lo costoso que están los alimentos y muchos ya no se consiguen. Pagamos buen precio, porque el mismo servicio se lo cobraron a otra persona en 56 millones de bolívares (US$ 242,07)”, indicó.
Sostuvo que la funeraria donde realizaron las exequias de su padre es una de las más económicas del este de Caracas. “Si vas al oeste puedes conseguir algo más barato, pero está ubicada cerca de barrios que son peligrosos”, destacó.
Aparte, la familia pagó por dos coronas de flores que contenían rosas rojas, rosas blancas, girasoles y matas verdes, 3.800.000 cada una (US$ 16,42).
“Eran modestas, no tenían cantidades exageradas de rosas, girasoles ni monte (ramas verdes)”, subrayó.
No obstante, falta la parcela donde enterrarán al difunto. “No tenemos dinero, por lo que lo llevaremos al Cementerio del Sur (lugar administrado por el Estado). Ya unos amigos gestionaron el espacio donde lo enterraremos. Ya ni morir se puede, porque la destrucción económica de este país acaba con todo, incluyendo el bolsillo”, asentó.
Sin embargo, una parcela en el Cementerio del Este, espacio administrado por el sector privado, ubicado en Caracas, puede varias de acuerdo al lugar. Los precios oscilan entre los 7.500.000 bolívares (US$ 32,42) hasta los 250.000.000 (US$ 1.080,68).
CREMAR ES MUCHO MÁS ECONÓMICO
Cremar un cuerpo sale más “barato” para una familia, pues no necesitas buscar espacio donde enterrar el cuerpo. El acto de incineración de un fallecido cuesta 11 millones de bolívares (US$ 47,55), mientras que la velación sale en 30 millones de bolívares (US$ 129,68).
“Mi madre pidió que la cremáramos cuando falleciera. Cumplimos su voluntad”, contó Donato Anchicoque al tiempo que refirió en términos económicos que esta opción fue “más accesible” que enterrarla.
Explicó que pagó 5 millones de bolívares (US$ 21,61) por el alquiler de un nicho por 3 años para colocar las cenizas de su madre. “La reservación de la capilla para velarla fueron 20 millones de bolívares (US$ 86,45). Fue por un rato, desde l de la mañana hasta las 7 de la noche, luego la trasladaron al crematorio”, precisó.
Comentó que el cuerpo de su pariente estuvo dentro de una urna de madera “de utilería”, con el fin de que los allegados pudieran verla por últimas vez. “Nos ahorramos los altos costos de las urnas, puesto que no hay material para hacerlas”, refirió.
URNAS DE CARTÓN COMO ALTERNATIVA
En Venezuela, la mayoría de las funerarias no aceptan velar cuerpos que hayan recibido disparos, bien porque fueron víctimas del hampa que azota el país o porque fueron abatidos.
“No lo aceptan porque pueden venir los malandros y lanzar plomo (disparar) en contra de la gente que está en la funeraria o se acercan a la urna y lo rematan”, narró el encargado de centro fúnebre ubicado en una populosa localidad del oeste de Caracas.
Manifestó que su empresa hace la excepción, pero el velorio duran máximo tres horas y luego trasladan al cuerpo al cementerio que la familia decida: “Ese servicio cuesta 10 millones de bolívares (US$ 43,22). Lo colocamos en una urna de cartón y lo llevamos”, completó.
Advirtió que utilizan el cartón para hacer urnas “por la grave crisis económica y escasez de materiales para confeccionar los féretros tradicionales de madera o metal.
“Los que ofrecen servicios con esos materiales, está más que claro que el costo del servicio se eleva. Estoy en una zona popular, por lo que la mayoría no tienen para cubrir esos gastos”, reiteró.
Exaltó que la realización de ataúdes con cartón es una forma de paliar la crisis y “seguir ofreciendo el servicio al cliente, más económico, pero cumpliendo con él. El pago se hace por transferencia, pues sabemos el problema que hay con el efectivo en el país y nadie tiene en su casa esa cantidad de dinero para sacarlo a la calle”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario