Activistas de Greenpeace se enfrentaron al buque ucraniano, More Sodruzhestva, en protesta a la pesca intensiva de krill en la Antártida. Escalaron la nave para desplegar el mensaje: Protegé la Antártida y encadenaron al ancla una cápsula de supervivencia donde permanecerán dentro en resistencia pacífica para evitar que pesquen en una zona propuesta como santuario marino.
Ante lo sucedido Greenpeace exige que todas las personas y ciudadanos de la Argentina, como así también del resto del mundo tomen conciencia de la importancia de la protección y el cuidado del medio ambiente.
“Mi nombre es Manuela, vivo en Buenos Aires y soy voluntaria de Greenpeace hace 10 años. La semana pasada llegamos hasta el barco pesquero de arrastre ucraniano More Sodruzhestva, cuando estaba capturando krill (principal alimento de la fauna antártica) en un área de gran biodiversidad que debe ser protegida.
Dos de mis compañeros ocuparon una cápsula de supervivencia que fue atada a la cadena del ancla de la embarcación. Durante las 7 horas que estuvieron allí, la nave no pudo seguir pescando. Resistieron todo el tiempo posible para dar nuestro mensaje: defender los océanos de la Antártida”, afirmó Manuela Zalazar (Activista de Greenpeace a bordo del barco Arctic Sunrise).
Ante dicho comunicado, desde Greenpeace se busca poder llegar hasta la Comisión del Océano Antártico (CCRVMA) con el fin de dar cuenta de la importancia del cuidado del medio ambiente, como así también poder dar cuenta de las miles de personas en todo el planeta que desean proteger las aguas de la Antártida junto con sus animales.
Según la organización ambientalista, la pesca intensiva del krill en la Antártida le arrebata el alimento a las especies de la zona, como ballenas y pingüinos. Mientras los activistas estén dentro de la cápsula encadenada, el buque ucraniano no podrá pescar.
Además, Zalazar dijo: “Estamos dispuestos a hacer resistencia sobre las aguas Antárticas para frenar la explotación de una de las áreas más puras del planeta. Los barcos que pescan krill no deben estar pescando en zonas donde la fauna busca su alimento. Tampoco deben pescar en aguas propuestas como santuarios marinos.”
La protesta se efectuó durante la expedición del barco Greenpeace Arctic Sunrise donde se encontraron frente al buque de arrastre y realizaron la protesta durante un trasbordo de carga al frigorífico cerca del extremo norte de la Península Antártica.
Es en esta área donde se pesca la mayor parte de la captura anual total del krill y donde se alimentan ballenas, pingüinos y gran vida silvestre.
El krill es un crustáceo de no más de 5 centímetros que parece ser diminuto, no más grande que un dedo meñique, pero que sin embargo asegura la supervivencia de las especies en la Antártida. La expansión de la pesca del krill está siendo impulsada por la demanda de su aceite principalmente a las industria farmacéutica, también se vende para el uso de la acuicultura y como alimento de mascotas.
Greenpeace invita a firmar la petición en www.sosantartica.org por la creación del santuario marino más grande del mundo. Es muy importante entrar al enlace, solo cuesta unos segundos y como resultado se obtiene la salvación de la fauna que habita en nuestro país así como también una pausa a la injusticia que desarrollan este tipo de buques a diario.
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