(U24) - Jair Messias Bolsonaro acordó con el presidente chileno, Sebastián Piñera, realizar un viaje a Santiago apenas se recupere totalmente del apuñalamiento que sufrió durante un acto de campaña en septiembre, según el congresista Onyx Lorenzoni, quien supervisa el proceso de transición en Brasil.
Piñera confirmó el viaje poco después en un acto con periodistas, indicando que él estará presente en la ceremonia de cambio de mando el 01/01/2019.
Para muchos, es una gran definición regional la decisión de Bolsonaro. Brasil integra el Mercosur, junto a la Argentina, Paraguay y Uruguay. Pero hay quienes afirman que el Mercosur no será una prioridad de Bolsonaro, quien tendría un enfoque más amplio, capaz de integrar a otros países.
“Hablamos de proyectos que nos interesan a ambas partes, por ejemplo (...) un Tratado de Libre Comercio con Brasil que probablemente va a tener que ser implementado por el gobierno del presidente Bolsonaro. Conversamos del corredor bioceánico que va a unir puertos del Atlántico a través de Paraguay, Argentina y Chile”, informó Piñera.
Tras su viaje a Chile, Lorenzoni indicó que Bolsonaro visitará USA e Israel. En el caso de Chile, la izquierda de ese país ha resultado de las más críticas acerca de la experiencia del PT y su derrota.
"Se cometieron un montón de errores, como la decisión del PT polarizar en torno a Luiz Inácio Lula da Silva", dijo el dirigente Ricardo Solari. "Los pobres también pueden ser seducidos por el populismo de derecha", recordó José Miguel Insulza.
"Una mala o buena experiencia de un partido amigo debe servirnos para reflexionar sobre nuestras conductas políticas", destacó Ricardo Núñez. "Creo que la carta de apoyo a Lula puede haber generado efectos menos positivos que lo esperado", caviló Gloria de la Fuente.
Con los fríos números del desenlace brasileño ya sobre la mesa, la izquierda chilena se preguntó si fue buena idea o no haber firmado una carta de apoyo al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva ante su encarcelamiento, y cuál es la responsabilidad del PT en lo ocurrido.
El texto, que comenzó a circular a comienzos de julio, abrió una dura discusión sobre el apoyo de la izquierda chilena a un político condenado por corrupción, por muy venerado que fuera; sus adherentes insistieron en el que el proceso judicial que lo sacó de la papeleta era -cuando menos- objetable.
Pero, a la larga, el PT optó por suprimir la imagen de Lula de su propaganda electoral para la 2da. vuelta. Carlos Ominami ya había advertido en los días previos que el PT había sido “sectario”.
Ahora agregó que “no tuvo una política clara en planes de seguridad, que hizo que la derecha presionara con la inseguridad. La izquierda, al no poner acento en temas económicos y crecimiento hace que la derecha se apodere del desempleo, otra preocupación”.
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