MUNDO / HACE 35 AÑOS
EL CASO
(U24) - Emanuela Orlandi, de 15 años, desapareció el 22 de junio de 1983 sobre las siete de la tarde, cuando salía de su clase de flauta, en Roma. Su padre era un funcionario del Vaticano que trabajaba directamente con el Papa y siempre se pensó que su secuestro podía haberse utilizado para presionar a la Santa Sede.
Un mes después de su desaparición, sus padres recibieron por correo la bolsa que Emanuela llevaba en el momento en que desapareció a la salida de la escuela de música a la que asistía. Enviar objetos a los familiares del secuestrado es una práctica que caracteriza a la mafia italiana (en muchos casos, utilizan partes del cuerpo y no efectos personales).
El caso desató polémica en todo el mundo. Hasta Ali Agca, el terrorista turco que intentó asesinar al Juan Pablo II en 1981, aseguró tener información sobre la Orlandi: Sostuvo públicamente que fue secuestrada para lograr su excarcelación como moneda de cambio.
La joven nunca fue encontrada.
El caso fue traído a los medios italianos en algunas oportunidades en estos 35 años, con algunas novedades. Sin embargo, esta vez podría tratarse de pistas que, finalmente, clarifiquen lo que le sucedió a Emanuela Orlandi.
POSTERIORES DESCUBRIMIENTOS
En 2005, Sabrina Minardi, la novia de Renatino, el conocido capo de la banda de la Magliana (una mafia alla romana) fue quien dio las declaraciones más contundentes: Delante de un juez sostuvo que la muchacha fue secuestrada y asesinada por Erinco De Pedis (Renantino) cumpliendo órdenes, porque el padre de la joven, funcionario de la Santa Sede, había tenido en sus manos documentos comprometedores para el Vaticano que había visto sin querer.
Tras contárselo a su novia bajo los efectos de la cocaína, Renantino fue asesinado por sus compañeros a plena luz del día en el centro de Roma.
La familia no se dió por vencida (sobre todo el hermano de Emanuela, que manifestó esperanzas de encontrarla con vida).
En 2012, la policía científica abrió un sarcófago de mármol. Los medios del mundo cubrieron el descubrimiento del cadáver de Renantino, esperaban encontrar a Emanuela o alguna prueba sobre ella, pero no fue el caso.
Renantino había "donado" 450.000 euros a la Iglesia para que le enterrasen en la cripta de una pequeña basílica (un lugar reservado solo para cardenales difuntos). Era el templo, casualmente, que lindaba con la escuela de música donde se perdió el rastro de la pequeña Orlandi.
Sin embargo, ella no apareció.
Hace un año se conocieron nuevos datos. Emiliano Fittipaldi, un mediático periodista envuelto en casos de investigación vaticanos y autor de varios libros sobre la Santa Sede, publicó el hallazgo de un documento obtenido en una caja fuerte del Vaticano: Informe sumario sobre los gastos sostenidos por el Estado de la Ciudad del Vaticano para las actividades relativas a la ciudadana Emanuela Orlandi (Roma, 14 de enero de 1968).
La fecha: Marzo de 1988.
El monto que gastó la Santa Sede en el caso de Orlandi, según el documento: 500.000 millones de liras para sufragar las relaciones con la prensa que seguía el caso , gastos por visitas ginecológicas, viajes que el entonces jefe de los gendarmes vaticanos, Camillo Cibin, habría hecho a Londres con el médico personal del Papa Juan Pablo II, Renato Buzzonetti.
Sin embargo, el Vaticano negó la existencia de los documentos a través de su vocero, que calificó el hallazgo de "ridículo".
La versión del exorcista del Vaticano, Gabriele Amorth: En el año 2012, el miembro de la Curia dijo que se había tratado de "un caso de explotación sexual", vinculado a orgías que incluían a la policía del Vaticano y a diplomáticos extranjeros.
LOS HUESOS DEL VATICANO
El Vaticano informó este martes del hallazgo de “fragmentos de huesos humanos” en un local anexo a la Nunciatura Apostólica de Italia, en Roma. Las autoridades italianas comenzaron una investigación.
La nunciatura donde se han encontrado es el lugar donde trabajó monseñor Vergari, el único prelado que fue investigado en este caso. Un cura al que, casualmente, el capo Renatino conoció en la cárcel y que recibió el donativo de 450.000 euros por aceptar que su cadáver fuese enterrado en la basílica de San Apolinar.
Ahora se está investigando la edad de los huesos. Todo indica que podría tratarse de dos cadáveres distintos de mujeres.
La segunda opción que manejan los investigadores es que se trate del cadáver de Mirella Gregori, otra chica de 15 años que desapareció aquel año sin dejar rastro.
Mirella Gregori desapareció pocos días antes que Emanuela. El caso también ha quedado insoluto y envuelto en misterio. El terrorista Ali Agca confirmó, en 2010, que habría una "conexión" entre ambas desapariciones.
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