Rosenkrantz y Rosatti, los espiados |
(U24) - Ante el juez Alejo Ramos Padilla, el exagente de inteligencia Rolando Barreiro denunció que los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti (ambos propuestos por Mauricio Macri apenas asumió la Presidencia), fueron víctimas de tareas de espionaje del grupo de espías de Marcelo D’Alessio, que incluyeron seguimientos y escuchas telefónicas ilegales.
Según habría contado el propio Barreiro, en 2016 dejó de ser agente de la AFI para integrar una banda que hacía espionaje ilegal, para la Número 2 de la Agencia, Silvia Majdalani. Esa ‘banda’ la integraban el falso abogado D´Alessio y los excomisarios bonaerenses Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk.
Ante estas revelaciones, los integrantes de la Corte tienen agendada una reunión de acuerdo para este jueves, que podría anticiparse. Ahora, las escuchas telefónicas que según Barreiro se hicieron a Rosenkrantz y Rosatti, habrían ocurrido en días en que Lorenzetti era presidente de la CSJN y manejaba la oficina de escuchas con su aliado el juez Irurzun ¿cómo fue que ocurrió todo eso?
Vale recordar cómo fue la historia de las escuchas y su manejo: Cuando Mauricio Macri asumió la Presidencia de la Nación, una de sus primeras medidas fue quitarle la Dirección de Captación de Comunicaciones (encargada de las escuchas telefónicas) a la Procuración General que por entonces encabezaba la ex procuradora Alejandra Gils Carbó, que resistía en su cargo a pesar de las presiones de Cambiemos para que renuncie.
Desde entonces, esa oficina de escuchas quedó bajo la órbita de la Corte Suprema de Justicia cuyo presidente era Ricardo Lorenzetti.
También el decreto de Macri indicaba que el puesto de director de Captación de Comunicaciones debía sortearse entre jueces penales con rango de camarista. Extrañamente, antes del sorteo ya se hablaba del juez Martín Irurzun como el favorito a ser ‘sorteado’, lo que finalmente ocurrió.
Las escuchas empezaron a filtrarse a la prensa, especialmente las que perjudicaban al kirchnerismo. Eso motivó al extitular de la AFI en tiempos de Cristina Kirchner, Oscar Parrilli, a realizar una denuncia que derivo en una causa por supuesta “falsedad ideológica” de Lorenzetti y los otros dos miembros de la Corte: Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco.
La causa quedó a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Delgado citó como testigos a periodistas y empleados judiciales. Pero también, Delgado apunta al sorteo que benefició a Irurzun, un magistrado aliado de Lorenzetti.
Paralelamente, la diputada Elisa Carrió volvió a pedir en abril de 2018 el juicio político contra Ricardo Lorenzetti, a quien acusó de armar una agencia de espionaje paralela a través de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado, la oficina encargada de realizar intervenciones telefónicas a pedido del Poder Judicial.
"No podemos pasar por alto que Lorenzetti está montando un aparato de inteligencia a través del sistema de escuchas, el de peritos y a través de la nueva Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (que podrían funcionar como verdaderos agentes de inteligencia encubiertos)", sostuvo Carrió en su presentación.
"Tenemos algunas hipótesis: la llamativa ampliación presupuestaria de la oficina de escuchas, el aumento de personal y de las tareas que realiza evidencia que el Dr. Lorenzetti tuvo por objetivo hacer una oficina en la Corte con enormes atribuciones a través de la cual también se puedan realizar tareas de inteligencia paralela, contrariando el ordenamiento normativo vigente en nuestro país", afirmó la diputada.
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