sábado, 22 de noviembre de 2014

AHORA HICIERON DESAPARECER ¡14.000 m3 DE PIEDRAS!

AGENCIA / SITUACIÓN - SIGUE LA MAGIA


NOTA DE OPINIÓN / por OSVALDO BODEAN 

PARANÁ (El Entre Ríos). La bella y tranquila localidad de Nueva Escocia está ubicada en el sur departamento Concordia. Sus vecinos no salían del asombro cuando, de buenas a primeras, allá por marzo de 2014, en una superficie que pertenece al Estado provincial y donde en un incierto futuro se construirán 16 viviendas, máquinas de la empresa COMESA comenzaron a excavar dos metros de profundidad para extraer el ripio y en su lugar colocar arena de lavado.



¿Acaso no sirve el ripio como base firme para levantar las futuras viviendas sociales? ¿Se habrán equivocado quienes construyeron en los alrededores, ya que ninguno de ellos necesitó de semejante recambio del suelo? ¿A dónde se llevaron el ripio extraído?

Preguntas por el estilo llevaron a un Vocal de la Junta de Gobierno, Horacio Landivar, a denunciar el asunto en los tribunales, no sin antes tomar varias fotografías que documentasen el presunto robo.

La causa recayó en la Fiscal Mariana Fournier y lleva el número de legajo 2288/14. La lectura del expediente arroja tantas sorpresas como el hecho en sí.

El apoderado legal de Constructora y Minera del Este (COMESA), el Señor Claudio Scevola, admite sin ambigüedades el hecho denunciado por Landivar: "esta firma realizó trabajos en el inmueble ubicado en la Manzana N° 35 de la localidad de Nueva Escocia, los cuales consistieron en desmontar, sacar ripio, rellenar con arena y nivelar".

Para que no queden dudas de quién ordenó las tareas, Scevola agrega: "fueron llevadas a cabo por orden del Sr. Jorge Eduardo Irigoyen en su carácter de Presidente Municipal".

¿Nueva lógica constructiva o robo? 

Está claro. Sacaron el ripio y pusieron arena. ¿A qué lógica constructiva obedece semejante "tratamiento" del suelo? ¿Es una exigencia del IAPV?

Porque si no hay lógica constructiva, habrá que apuntar a otra lógica: la del afano.

Los montos en juego son significativos. A precios de hoy, un camión con 6 m3 de ripio, material cada vez más escaso en la zona, cuesta alrededor de 1100 pesos (IVA incluido).

O sea, $ 183 el m3. Cavando 2 metros en una manzana se obtienen aproximadamente 14.112 m3 y tal vez más, por lo que están en juego más de 2 millones y medio de pesos, si se tiene en cuenta el precio final de venta del material.

Ni Scevola informa ni tampoco la Fiscal pregunta qué destino tuvieron los camiones de ripio que partieron de la manzana 35 con rumbo desconocido.

Como si fuese un detalle irrelevante. En algunos pasajes, las respuestas del responsable de la empresa se tornan llamativamente imprecisas: "Las obras fueron culminadas íntegramente y no existen constancias en nuestro poder que permita informar la fecha de finalización de las mismas", dice Claudio Scevola.

¿Cómo que no sabe cuándo sus máquinas y su personal terminaron el trabajo encomendado? ¿O sabe pero no puede decirlo porque complica aún más la situación?

Landivar, especialista en riesgos laborales y sistemas de gestión ambiental, pide a la Justicia que indague "por qué razón se terminaron los trabajos el día en que se hizo presente el funcionario (un oficial instructor de la policía), el 21 de marzo de 2014, cuando aún quedaba media manzana donde no se extrajo más el ripio".

Dicho en criollo, según Landivar lo que pasó es muy simple: se enteraron de la denuncia judicial y de inmediato abandonaron el lugar.

La historia gana en realismo mágico con la respuesta del Presidente Municipal. Irigoyen dice que la Junta de Gobierno autorizó a COMESA de manera "tácita".

Municipio sin ley

 ¡¿Autorización tácita?! ¿Qué sustento tiene? La explicación del intendente es muy creativa: "la dinámica que rige en relación a las actividades que se llevan a cabo sobre terrenos fiscales existentes en las Juntas de Gobierno del Departamento Concordia de alguna manera escapan a la órbita de actuación estrictamente formal de ellas en razón de que está pendiente la sanción de la ley orgánica de comunas y su reglamentación, la que daría lugar al desenvolvimiento formal de toda actividad" (sic).

No hay ley y por tanto no hay formalidad alguna que respetar, parece ser la excusa de la máxima autoridad de Nueva Escocia para explicar su "tácita" autorización.

Y si no hay ley, no hay delito. Más adelante insiste con la idea, pero con un tono más grandilocuente: "la orfandad de normativa no permite otra cosa que llevar adelante acciones en beneficio de cientos de personas que necesitan un techo".

Saca pecho y da a entender que debió avanzar para satisfacer las necesidades de la gente, ya que no pueden esperar a que las leyes sean redactadas.

Flojo de papeles o sin ningún papel, al presidente municipal no le quedó otra que refugiarse en un presunto vacío normativo.

Irigoyen dice que los trabajos que él "tácitamente" autorizó tienen por fin "que pueda cumplirse el asentamiento de viviendas que llevará a cabo el IAPV".

¿Será que el Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda pidió cambiar el ripio por arena como condición para levantar las casas?

La nota firmada por Iván Rubén Darío Rodríguez, Secretario del Directorio del IAPV, no da lugar a pensar que el organismo haya considerado necesaria tan insólita modificación del suelo.

Dice que el organismo "tiene planeado" construir 16 viviendas "cuando el cupo asignado por Nación así lo permita". Y a renglón seguido asegura que la manzana 35 es "apta" para la obra a emprender.

Ni siquiera insinúa que hiciera falta una prematura nivelación que dejara el terreno listo para cuando Nueva Escocia sea bendecida con el "cupo"y empiecen a levantarse las casas.

¿A dónde se llevaron el ripio? 

 Con el hecho denunciado -reemplazo del ripio por arena- admitido por el apoderado de COMESA, el denunciante, Horacio Landivar, que milita en el massismo, fue por más y presentó una nota a la fiscalía en la que solicita que se investigue "a dónde era trasladado el ripio que era cargado en los camiones y es de propiedad del Estado provincial".

Landivar hunde el bisturí en el carácter ilegal de la contratación.

Sostiene que Irigoyen "no puede disponer de los bienes del Estado provincial como si fueran propios, sin cumplimentar la ley de contabilidad, la ley de juntas de gobierno N°7.555 y ley N!9.480 y las constituciones nacional y provincial en sus artículos 44, 58, 59, 60, etc.".

El denunciante también tira abajo la supuesta "urgencia" de los trabajos. Pasaron varios meses y "hasta el momento ni siquiera se ha puesto un cartel que indique la obra pública", dice.

Cambio de fiscal en mitad del río 

Para sorpresa de Landivar, la causa cambió de fiscal. Sin que consten por escrito las causas, Mariana Fournier se apartó y le pasó la brasa caliente al Dr. Darío Mautone, el mismo que investiga al "locutor" Gustavo Alfonzo.

La lógica indicaría que de marzo hasta noviembre la Justicia tuvo tiempo suficiente para consultar a expertos en suelos y en construcción que expliquen si acaso la ingeniería puede aportar razones que justifiquen el recambio del ripio por arena en un terreno destinado a la construcción de casas.

Mayores costos por construir sobre arena 

Además del presunto robo, hay otra cuestión en danza: ¿quién se hará responsable el día de mañana si se resquebrajan las casas que se construyan sobre la flamante base arenosa, que, según Landivar, ni siquiera es de buena calidad, sino el residuo del lavado de la cantera?

Obvio que, cuando no queda otra opción, se puede edificar sobre arena, pero para hacerlo deben adoptarse recaudos especiales.

Por ejemplo, el sitio El Constructor Civil explica que"cuando el terreno es arenoso, el mejor sistema es el pilotaje".

¿Acaso el IAPV deberá admitir mayores costos a la empresa que resulte adjudicada con la obra para que encare el "pilotaje"?

Sería el colmo. Ante la lenta y zigzagueante marcha de la investigación, Horacio Landivar le recuerda al nuevo fiscal actuante: "la denuncia radica en un supuesto daño al patrimonio provincial porque en los hechos se estuvieron llevando ripio de una manzana de nuestra localidad y en la investigación esta parte no avizora que se hayan efectuado preguntas e investigaciones en este sentido, limitándose a una consulta al IAPV para saber si la tierra afectada es apta o no para objetivo propuesto por ese organismo".

Así las cosas, apelando a la probada creatividad del intendente para escudarse en un supuesto vacío legal, no sería de extrañar que esta causa judicial derivara en el hallazgo de un innovador sistema de edificación que prefiere la arena residual de las canteras al ripio, a ser aplicado de aquí en más en todas las obras del IAPV.

Tal vez la curiosa invención termine mereciendo un lugar en las tandas de la Presidencia de la Nación en Fútbol para Todos.

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