martes, 3 de marzo de 2015

DESCUBREN POR QUÉ EL FÚTBOL ARGENTINO ES TAN FEO

AGENCIA / FÚTBOL-NEGOCIOS 



 Luciano Vietto 

 por EDUARDO HERNÁNDEZ CASTRO 

 CIUDAD DE MÉXICO DF (El Economista). Leonardo Gabriel Suárez apenas jugó 58 minutos con Boca Juniors en la Primera División, pero el club argentino no pudo retener al mediocampista, que aceptó la oferta de Villarreal.



Apenas con dos partidos en el primer equipo, Leo cautivó con su regate, su desenfado y las virtudes que lo llevaron a la selección argentina desde la categoría Sub-15.

 El submarino amarillo pagó US$2,2 millones por una promesa, un futbolista de 18 años que sólo tiene experiencia en el fútbol de divisiones inferiores, pero del cual Boca Juniors no tuvo la capacidad para retener.

 “Sabemos que el fútbol argentino necesita de estas ventas para seguir subsistiendo, es la cruda realidad”, reflexionó Diego Milito, delantero de Racing de Avellaneda, en una entrevista para El País.

 El estatus exportador de la liga argentina es histórico, aunque en los últimos cinco años desbancó a Brasil de la primera posición, según la consultora Euroaméricas.

El informe detalla que durante el año pasado los clubes argentinos realizaron operaciones de compra venta por más de US$228 millones; y del total de las ventas al extranjero, 82.5% de los jugadores llegó a las principales ligas de Europa (España, Inglaterra, Francia, Alemania e Italia).

 Eso sí, hace cinco temporadas la edad promedio de las 10 ventas más altas del fútbol argentino al extranjero llegaba a 20,9 años y US$6.8 millones por transacción.

Actualmente, el índice de edad se redujo a 20,5 años y un pago medio de US$5.1 millones por cada futbolista.

Se van más jóvenes y por menos dinero. La necesidad de vender está presente en los cinco equipos argentinos que participan en la Copa Libertadores 2015, donde -para reforzarse- antes deben de vender.

Así, en el último año, Racing recibió US$20,5 millones por vender a 5 futbolistas; todos, a excepción de Gabriel Hauche (28 años), menores de 22 años.

 Ante la falta de tiempo para el desarrollo y crecimiento de los futbolistas jóvenes en Argentina, los clubes absorben el riesgo de vender pronto, aunque la cifra casi nunca llega a la decena de millones de dólares. El único recurso para obtener ingresos extras es reservarse una cláusula que permita un porcentaje en una venta futura.

 Así, Luciano Vietto le significará a Racing 20% de la transferencia cuando Villarreal acepte la oferta de un club con mayor poder económico (Tottenham ofreció hasta US$25 millones por su fichaje), su ex compañero en La Academia, Rodrigo de Paul, otorgaría 10% en un eventual traspaso de Valencia a otro club.

 A veces el club desea compartir el riesgo, como San Lorenzo, que sólo vendió a Atlético de Madrid 60% de la ficha de Ángel Correa, y que tras un problema cardíaco el delantero estuvo a punto de dejar el fútbol y hubo un retorno de inversión mayor para el Ciclón.

Aunque en el caso de Leonardo Suárez, Boca no podrá saber si fue o no un buen negocio: si dejó escapar a una figura mundial o sólo es uno más de los jóvenes que salen de su academia para llegar al fútbol europeo.

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