ECONOMÍA / OPINIÓN
por AGUSTÍN MONTEVERDE
CIUDAD DE BUENOS AIRES (InC). El gobierno se encuentra acuciado por necesidades financieras, tanto de la caja de divisas como de la de pesos.
- El Ministerio de Economía hizo el martes (18/08) una nueva colocación de deuda ajustable por dólar, por un monto de US$ 1.087 millones.
- La decisión se tomo luego de que el gobierno se viese obligado a abortar una nueva licitación de BONAC, ante la fuerte resistencia para participar por parte de las entidades.
- La suba de tasas pasivas anunciada por Vanoli semanas atrás aumentó fuertemente el costo de fondeo de los bancos, y había quitado incentivos para suscribir el BONAC.
- El Tesoro lleva colocados más de $ 35.000 millones en BONAC, a tasas cercanas a 30% anual.
- Las colocaciones de BONAC terminaron representando una asistencia indirecta del organismo monetario al gobierno que, si bien no afecta los límites legales, significa una fuerte aceleración de la emisión monetaria.
- El título ajustable fue denominado BONAD 17 y se emite a 18 meses de plazo: paga una tasa de 0,75% nominal anual.
- Los inversores lo suscribirán en pesos, al tipo de cambio oficial, y lo cobrarán al vencimiento con la cotización del dólar oficial que esté vigente.
- Más allá de formar parte del collar de perlas explosivas que dejará a la próxima administración, la colocación de estos títulos ajustables presenta 2 ventajas importantes para el gobierno kirchnerista.
** Por un lado, consigue pesos en un momento en que ya le resulte difícil obtener fondeo a tasas apenas aceptables.
El título, al estar atado al tipo de cambio en un contexto de importantes expectativas de devaluación ofrece un premio sensiblemente más atractivo para los bancos, que compensa los mayores costos de fondeo.
** Por otra parte, un bono ajustable por dólar tiende a quitar algo de presión sobre el mercado cambiario, por lo menos para aquellos dispuestos a correr con el riesgo de crédito y regulatorio.
- En tanto, el decreto N°1.653/2015, publicado el viernes 14/08 en el Boletín Oficial, establece que “los recursos del Fondo de Garantía de Depósitos [a cargo de SEDESA] serán invertidos en títulos públicos nacionales, sean en moneda nacional o extranjera, en un porcentaje de su cartera no superior a la proporción de los depósitos en moneda local en el total de colocaciones a la vista y a plazo del sistema financiero; y en activos externos elegibles para las inversiones de las reservas internacionales del país”.
- Por esta vía se modificó el artículo 10 del decreto N°540 del 12 de abril de 1995, que establecía que los recursos del FGD podían ser invertidos en condiciones similares a las fijadas para la colocación de las reservas internacionales de divisas.
- De esta forma, el Fondo estará integrado casi exclusivamente por títulos públicos, es decir, promesas de pago emitidas por un deudor que hoy por hoy es insolvente.
- El equivalente a la participación de los depósitos en moneda nacional sobre el total permite dedicar 96% del FGD a la inversión en títulos públicos.
- La situación en que queda el Fondo es muy delicada, pues si hay corridas los bonos se derrumbarán.
- Con esto se ha perdido el último resquicio de red de seguridad que quedaba.
- Tal como advirtiéramos en su momento, hace ya tiempo que en los hechos la calidad patrimonial de SEDESA venía siendo degradada; con esta medida sólo se le dio el tiro de gracia.
- Esta modificación convierte en estatal la garantía de los depósitos, en forma similar a en tiempos de José Martínez de Hoz pero con un límite de cobertura modesto; y en la práctica, SEDESA pasa a ser una entidad del Estado.
- El objetivo de la medida es hacerse de divisas, fortalecer la demanda de bonos y, a la vez, financiar el déficit.
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