CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Según el Índice de Actividad Económica del Banco Central (IBC), considerado una medición previa del comportamiento del Producto Bruto Interno (PBI), la caída respecto al 2do. trimestre del 2014 fue del 3,09%.
En el 1er. trimestre ya se había computado una caída del 0,88%, mientras que en los 12 meses anteriores, período considerado hasta junio, se acumuló una retracción del 1,6%. Según las previsiones oficiales, la economía brasileña se encogerá este año un 1,5%, en un escenario de elevada inflación y con un fuerte aumento del desempleo.
Esta semana el Boletín Focus, también del Banco Central, proyectó que en 2015 el Producto Bruto Interno caerá más de 2 puntos porcentuales y en 2016 habrá un resultado negativo del 0,15%. El IBR-Br es considerado un indicador que anticipa a los datos del Producto Interno Bruto (PIB), calculados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
De acuerdo a los datos del IBC-Br de junio, la economía brasileña, la mayor de América Latina, se encuentra en contracción desde hace 3 trimestres. En el 1er. trimestre, el indicador había retrocedido -0,88% respecto el período octubre-diciembre de 2014. Y en el período octubre-diciembre, la contracción fue de -0,45% respecto de julio-septiembre 2014.
Respecto al 2do. trimestre del 2014, la retracción llegó a -3,09%, según los datos sin ajuste por estacionalidad. La baja en el semestre fue de -2,58%, y en los 12 meses a junio de -1,64%, en datos ajustados por estacionalidad. Según la expectativa del mercado financiero, la economía brasileña sólo volverá a crecer en 2017. Este año se espera un retroceso del PIB de -2,01%.
Las perspectivas económicas no le juegan a favor a la presidenta Dilma Rousseff, según ya lo había sugerido el citado boletín Focus, del Banco Central de Brasil. El documento afirmó que el PBI no sólo tendrá una sensible retracción en 2015, estimada en -2%. También habrá recesión en 2016, con una caída del PBI de -0,15%.
El dossier del BC se elabora sobre la base de un promedio de las previsiones de las consultoras privadas. Algunas de ellas, varias revisaron el escenario del próximo año con retrocesos aún más significativos. Es el caso del banco Itaú, que prevé descenso de -1%.
Las distintas entidades coinciden en señalar como elemento fuertemente negativo el aumento de la inestabilidad política. Al mismo tiempo se señala que la reducción de las metas del superávit fiscal calculado para los años 2015-2016, es un síntoma de la “falta de confianza” empresarial, que debe persistir a lo largo del bienio.
Esto indica dificultades para la recuperación más rápida de la economía. Sin dinero, el enojo con Dilma Rousseff es mayor. Cuando hay mucho dinero, los agentes económicos hasta ignoran la corrupción. Por lo tanto, el asunto viene muy delicado en Brasil.
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