POLÍTICA / EFEDRINA
Luego de procesar a dos de los hermanos Zacarías, la jueza Servini sigue la pista de funcionarios que tenían frecuentes llamadas con los acusados.
(clarín.com) - La causa de la efedrina sigue sumando sorpresas. La jueza federal María Servini de Cubría está investigando llamados, entrantes y salientes, de la Secretaria Legal y Técnica, comandada desde 2003 por Carlos Zannini.
Las comunicaciones surgieron a partir de los datos aportados por la Casa Rosada el año pasado, cuando la magistrada amenazó con un allanamiento. También se investigan comunicaciones sospechosas con números de la Cámara de Diputados.
Ayer Clarín adelantó que Servini de Cubría procesó a tres personas: dos de los hermanos Zacarías, Miguel Angel y Máximo, y un ex empleado del Registro de Precursores Químicos, Lucas Paradelo.
Hace más de un año, ya lo había hecho con el ex titular de la Sedronar, José Granero, y con otros dos funcionarios de ese organismo por el supuesto desvío de más de 40 toneladas de efedrina hacia el narcotráfico.
La base para los nuevos procesamientos son cruces y triangulaciones telefónicas que se hicieron con los datos aportados por las telefónicas y el entonces secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, y la aplicación de un sofisticado software cedido por la Aduana, una suerte de Excalibur mucho más moderno.
En la resolución se destacan al menos diez llamados entre Paradelo, un abogado de Santa Cruz cercano a Granero, y dos internos, 3425 y 3426, de la Subsecretaría de Asuntos Legales de la Secretaria Legal y Técnica.
Paralelo está acusado de ser un nexo entre las empresas importadoras de efedrina y la Sedronar. Además de procesarlo, la jueza le aplicó un embargo de 2 millones de pesos.
Cuando lo indagaron, aseguró que los llamados con la Rosada eran “por cuestiones relativas al nombramiento de agentes de la Sedronar o por motivos de ceremonial, vinculado a la acreditación para actos oficiales”.
La jueza no le creyó.
Servini también puso en la mira dos comunicaciones entre Paradelo y la privada del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Hay más. La resolución destaca tres comunicaciones del interno 3238 de la Rosada, “asignados a un asesor presidencial y ubicadas en la Unidad Presidente”, aunque no lo identifica.
Los datos se suman al hecho de que en la Casa Rosada trabajaron durante años dos de los hermanos Zacarías, Rubén y Luis. Lo hicieron siempre en el área de ceremonial de la Rosada, muy cerca de Néstor y Cristina.
Cuando estalló el escándalo, Luis trabajaba con Cristina. Nunca más se lo vio en la Rosada y el Gobierno salió a desconocer a los Zacarías.
Servini de Cubría, que investiga en esta causa los vínculos políticos con el negocio de la efedrina, está detrás de varios llamados que salieron desde la Cámara de Diputados y terminaron en los celulares de Mario Segovia, apodado como el “Rey de la efedrina”, y de Augusto Abraham, el mayor importador de efedrina, condenado a 11 años de prisión.
Sobre esos llamados no tiene demasiados datos.
Hace pocos días, hizo un operativo en el Congreso y desde el área informática le advirtieron que sólo se guardaba información de los últimos cinco años, cuando el negocio de la efedrina se cortó abruptamente en 2008, luego del Triple Crimen.
Abraham y Segovia están presos. El primero tiene un intenso contacto telefónico con Miguel Angel Zacarías, el ex secretario de Granero y uno de los nuevos procesados. Hay más de 40 llamados en la mira.
La causa de la efedrina también está vinculada con el llamado Triple Crimen de General Rodríguez en que fueron masacrados Sebastián Forza y otros dos jóvenes empresarios en el 2008. Por este crimen está preso el ex puntero quilmeño Martín Lanatta.
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