LATINOAMÉRICA / VENEZUELA
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió ayer que saldrá a las "calles a luchar junto al pueblo" si sus candidatos pierden las elecciones legislativas del domingo, en tanto el ex candidato opositor Henrique Capriles consideró que el país es "una bomba a punto de explotar" y que el mandatario puede "querer un golpe de Estado" si los resultados favorecen a la oposición, como adelantan las encuestas.
"Ante una situación negada y transmutada que perdiéramos la elección del domingo, la vida continúa, la lucha continúa y la revolución (bolivariana) adquiriría un nuevo camino y un nuevo carácter", advirtió Maduro durante su programa de radio y televisión.
Con todo, el presidente volvió a confiar en el triunfo del oficialismo el 6-D. "El pueblo nos va a dar un nuevo mandato y lo vamos a usar para hacer justicia y avanzar en soluciones", dijo sobre los comicios, en los que se renovarán los 167 escaños de la Asamblea Nacional (Parlamento).
Maduro admitió que la oposición tiene ventaja en los sondeos, pero afirmó que mientras "ellos ganan las encuestas, nosotros ganamos las elecciones". Ellos han ganado las encuestas estos 16 años; sigan ganando. Aquí hay que ganar con votos", aseveró.
La mayoría de las encuestas dan una ventaja de entre 20 y 25 puntos a la oposición en intención del voto.
DEFENSA DE LA REVOLUCIÓN.
Igualmente, Maduro especuló con que "si se diera un resultado adverso para el oficialismo, producto de la guerra económica, iríamos a las calles a luchar, a pelear, a defender la patria y a hacer la revolución, ahora desde las calles, con más fuerza y con más empuje".
"No me voy a entregar bajo ninguna circunstancia. Nosotros venimos de las calles, de la lucha, nos gusta esa batalla. La revolución encontraría nuevos caminos y nuevas formas de lucha para hacer realidad la independencia de esta patria y la construcción del socialismo del siglo XXI".
Advirtió igualmente a sus compatriotas sobre el error en que incurrirían "si votan por la derecha". "Después no hay arrepentimiento ni llanto que valga. Si la derecha toma la Asamblea Nacional no va a haber arrepentimiento", sentenció.
El mandatario bolivariano tuvo tiempo también para llamar "basurita" al secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, a quien recomendó "mirar lo que le hizo al pueblo y prepararse para lo que va a ocurrir el domingo".
En su serie de cuestionamientos, el mandatario bolivariano también criticó al jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, al que dijo que no ganará votos "atacando" a su país, y aseguró que el líder del Partido Popular está ya "de salida".
"Por ahí salió Rajoy otra vez. Estás de partida, Rajoy, chao; no vas a ganar ni un voto atacando a Venezuela", dijo Maduro.
El jefe del Gobierno español y su homólogo británico, David Cameron, habían pedido "elecciones libres, transparentes y en paz" en Venezuela, y llamaron a los demócratas a unirse a su solicitud ante las legislativas.
No es la primera vez que el presidente venezolano hace este tipo de pronunciamientos.
Hacia mediados del año dijo que "si la derecha tomara la Asamblea Nacional, sucederían cosas muy graves, en este país se desataría un proceso de confrontación de calle", pues subrayó: "Defenderíamos la revolución, no entregaríamos la revolución y la revolución pasaría a una nueva etapa".
"El 27 de febrero (Caracazo) quedaría corto, pequeño, sería un niño de pecho, porque el pueblo no se va a dejar quitar las misiones, las pensiones, la revolución. Si sucediera el supuesto negado caso de que perdiéramos, ¿qué creen que pasaría? un caos, nuestro pueblo va a salir a la calle", dijo entonces.
Mientras, el líder opositor venezolano y ex postulante presidencial Henrique Capriles alertó de que su país es "una bomba que está a punto de explotar" y alertó que Maduro "puede querer dar un golpe de Estado" para retener el poder.
Capriles dijo al diario español El Mundo que "una cosa es que él quiera y otra es que el país lo acompañe", y expresó que en el país hay "una gran tensión social producto del deterioro económico", por lo que "la situación puede explotar".
VÁLVULA DE ESCAPE.
Las encuestas señalan un amplio descontento popular por la escasez de productos de consumo masivo y el desabastecimiento en los mercados y la inflación que, según cifras independientes, superó el 150 por ciento en el año. Para el ex candidato presidencial, las elecciones serán "una válvula de escape" para que los ciudadanos hablen.
"Maduro ha querido convertir la campaña en la de (Hugo) Chávez (fallecido el 5 de marzo de 2013, tres meses después de ganar sus últimas elecciones), pero "es una pésima imitación" y la gente lo sabe, manifestó.
Las legislativas del domingo están precedidas por una fuerte tensión política, con opositores encarcelados, como Leopoldo López y el alcalde de Caracas Antonio Ledezma, y ese cuadro se sumó la nueva polémica acerca de si los presos pueden votar. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, explicó que los reos que aún no tienen condena podrán votar, siempre y cuando las cárceles en las que se encuentren sean centros de votación y apuntó que revisará la solicitud hecha por la defensa de López, condenado a casi 14 años de cárcel.
"Las personas que están detenidas, que no están condenadas, claro que tienen sus derechos políticos", dijo Lucena.
UNASUR, CONTRA LA VIOLENCIA
La misión electoral de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) destacada en Venezuela, pidió que los comicios legislativos del próximo domingo sean sin violencia y que se respeten luego los resultados, dio a conocer ayer el organismo a través de un comunicado divulgado en Quito, Ecuador.
“Insistimos en dos principios democráticos: que haya una elección sin violencia y que todos debemos asumir que los resultados sean respetados”, manifestó José Luis Exeni, coordinador de Unasur.
Asimismo, un grupo de ex presidentes latinoamericanos y otro de legisladores europeos anunciaron ayer que viajarán a Venezuela para presenciar las elecciones, pese a que no fueron autorizados por el gobierno local para actuar como observadores del proceso.
El ex mandatario boliviano Jorge Quiroga informó en La Paz que, junto a seis colegas de cinco países, llegarán a Caracas invitados por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición que reúne a 28 partidos venezolanos opositores al gobierno de Nicolás Maduro.
Asimismo, el Grupo de Partidos Populares Europeos (EPP Group, en inglés) de centroderecha anunció que enviará una “misión de observación” a los comicios venezolanos, también invitada por la MUD.
Mientras, el Parlamento europeo decidió ayer suspender “para una fecha ulterior” la misión de diputados que tenía planeado enviar a Venezuela para los comicios, evocando “razones de seguridad”. La delegación debía estar compuesta por unos 12 eurodiputados de todos los grupos políticos, pero no se trataba de una misión de observación electoral.
“LOS METEN PRESOS”
El presidente Nicolás Maduro amenazó con “meter presos” a los gerentes de la unidad local de la empresa de alimentos estadounidense Heinz, acusándolos de generar escasez para sabotear su gestión.
“Mañana (por hoy) se van a primera hora y revisan lo que pasa en empresas Heinz. Y si los gerentes están saboteando, aquí está el jefe del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), me los ponen presos ya”, dijo el gobernante. “Ya basta de esta burguesía”, indicó.
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